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Parque de La Macarena: de refugio de vida a chimenea

Farc se despiden, pero sigue destrucción del emblemático parque nacional.

Humaredas blancas y grises se elevan al cielo desde la inmensidad en distintos puntos verdes que empiezan con imágenes cargadas de vida de bosques, pinos, tréboles que terminan en el verde pastoso de las praderas, pero luego se diluye en los cafés quemados de la vegetación y transitan por los tonos terracotas y amarillos de las trochas que atraviesan el desastre.
El mapa lleno de parches de vida y desolación se aprecia desde el cielo cuando se ingresa al parque de La Macarena en un vuelo de una hora que comienza en Villavicencio y termina en la pista de asfalto, el más oscuro de los colores, donde aterriza el avión en el área urbana del municipio.
Allí, en el polideportivo de la población, el 25 de febrero pasado, 600 campesinos convocados en una Asamblea General de Juntas de Acción Comunal de La Macarena, con la presencia de los delegados de 138 de las 197 veredas que tiene el municipio, por unanimidad tomaron la decisión de hacer un paro campesino si no son escuchados por el Gobierno nacional.
Están molestos por las decisiones que desde Bogotá y Villavicencio se toman sin escuchar sus necesidades, entre otras por la captura de cuatro campesinos que estaban talando bosque y el anuncio de un coronel de la Fudra del Ejército de empezar a dinamitar los puentes de las vías construidas sobre el parque, así como la erradicación de cultivos de uso ilícito sin programas de sustitución.
Delio Franco, presidente de Asojuntas de La Macarena, así lo resume: “Los campesinos somos conscientes del daño que ocasionamos a través de la deforestación, pero somos realistas en decir, de manera abierta, que todo es debido al completo abandono del Estado, por falta de políticas serias para el agro colombiano”.
Elevada deforestación
La preocupación por la tala no es solo en La Macarena, también en Bogotá y Villavicencio, tras informes que señalan que en Caquetá y Meta se presentan los más altos índices de deforestación del país.
Para combatir este flagelo desde el Ministerio de Ambiente se promueve una estrategia de burbuja ambiental y en Villavicencio se cumplió un consejo extraordinario de seguridad presidido por la gobernadora del Meta, Marcela Amaya, en el que se anunció un plan de choque.
Pero esas decisiones no fueron consultadas a los campesinos que querían expresar sus preocupaciones en esa Asamblea del 25 de febrero a la que habían invitado al Alto Comisionado de Paz, la Directora de Parques Nacionales, la Gobernadora del Meta, la Directora de Cormacarena y al Alcalde de La Macarena, pero ninguno asistió.
Por esto, los campesinos convocaron a una nueva asamblea comunal para el 18 de marzo próximo en la población. Si no son escuchados iniciarán un paro indefinido hasta que se lleguen a acuerdos que permitan acabar con la chimenea en que se está convirtiendo ese refugio de vida.
Coca y ganadería extensiva
Los negocios que mayor rentabilidad y que más daños ocasionan al parque de La Macarena son la coca y la ganadería extensiva, según un campesino de la vereda Buenos Aires, que pidió la reserva de su nombre por seguridad.
Sembrar dos hectáreas de coca puede costar unos 40 millones de pesos, que corresponden a limpiar el terreno, comprar la semilla, mantener el cultivo con insumos y mano de obra.
Luego, cada tres meses se recoge y en el primer año se recuperan esos recursos y después durante los siguientes ocho años la familia vive relajada y da trabajo a los vecinos.
Además, dice el campesino, “usted no tiene dificultades para venderla porque el comprador llega a la finca donde se produce, la paga en efectivo y se la lleva”.
Mientras que si cultiva dos hectáreas de plátano el fruto se produce cada diez meses, sólo hay dos cortes y no es posible comercializarlo por las complicaciones que hay para transportarlo a Villavicencio (Meta) o a Florencia (Caquetá), a donde puede llegar muy maltratado. “Por eso únicamente cultivamos para la casa y si nos sobra lo vendemos a los vecinos”, dice el campesino.
El ganado tampoco es un buen negocio para los pequeños productores. En dos hectáreas se mantienen máximo cuatro reses y vale 40.000 pesos mensuales arrendar el pasto, de manera que no da rentabilidad. Solo les genera buenos ingresos a quienes tienen desde 60 hectáreas en adelante, es decir, la ganadería extensiva que genera dividendos.
Fermín Oviedo, representante en Guaviare de la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Marihuana y Amapola, dijo que están organizando comités municipales y departamentales para que “desde las familias que dependemos de la coca construyamos propuestas que se pongan en discusión con el Gobierno nacional con la intención de que los programas y proyectos sean de total beneficio, que no se siga generado que los gobiernos vienen implantando proyectos para las regiones, pero que no se dan en la región”.
Esa organización se fundó el 27 y 28 de enero pasados en Popayán (Cauca), con la asistencia de 6.000 delegados de todo el país.
De su parte, Leonardo Escarrera, tesorero de la junta comunal de la vereda La Catalina, aseguró que Cormacarena le había delegado sus acciones de control a la guerrilla. “Antes del proceso de dialogo no veíamos a la corporación por acá y apenas ahora empezamos a ver a Cormacarena y de hecho capturaron al dueño de una finca y tres trabajadores por la quema de bosque".
Y agregó: “Nosotros podríamos dejar restaurar el resto de los potreros, pero si tuviéramos una buena vía, buena salud y equipos para tecnificar el campo”.
Fudra: ‘No se van a volar puentes’
El coronel Luis Enrique Rodríguez Forero, uno de los oficiales encargados de la Fudra del Ejército en La Macarena, descartó que se vayan a dinamitar puentes de las vías en esa región.
Rodríguez Forero aseguró que no es cierto que se vayan a volar puentes de la trocha ganadera como, según los campesinos, se le escuchó decir a uno de los oficiales en el recinto del Concejo de esa población para cerrar 400 kilómetros de vías terciarias que están en zonas de parques.
En relación con la petición de los campesinos de que no se siga erradicando cultivos de uso ilícito hasta que no se desarrollen proyectos de sustitución, Rodríguez Forero afirmó: “Yo cumplo órdenes del Gobierno Nacional, yo no puedo decir hoy que a partir de mañana en La Macarena el Ejército no va a erradicar”.
No obstante, dijo que el Ejército es un articulador del Gobierno Nacional con las entidades regionales y ofreció el transporte a una comisión conformada por diez campesinos para desplazarlos a Bogotá para reunirse con el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, para que sean escuchadas sus inquietudes.
La solicitud no fue acogida por la Asamblea de comuneros de La Macarena, que decidió realizar una nueva asamblea el 18 de marzo en la población.
LLANO SIE7EDÍAS
@nelard1
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