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Por nueva tregua, los ojos del mundo se centran en Siria

Acuerdo entre Rusia y EE. UU. entra en vigor mañana. Permitir ayuda humanitaria es la prioridad.

EFE
La atención del mundo está puesta en Siria y en todas las señales que puedan indicar si este lunes se conseguirá silenciar las armas, como estipula el acuerdo de tregua alcanzado el viernes por EE. UU. y Rusia, principales apoyos políticos, militares y financieros de las partes enfrentadas.
Mientras que Damasco anunció este sábado que lo aprobaba, la oposición se mostró cautelosa. Este es el segundo acuerdo entre EE. UU. y Rusia para una tregua en Siria, después de que el primero –suscrito a finales de febrero– saltó por los aires en cuestión de semanas, tras las continuas violaciones atribuidas principalmente al régimen sirio.
El fin de aquella tregua llegó con una ofensiva lanzada por las fuerzas gubernamentales, con apoyo de la aviación rusa, sobre Alepo, donde la nueva tregua afrontará su primera y mayor prueba dentro de dos días.
El desafío allí será doble, pues no solo dependerá de la reducción de la violencia, sino también de la entrada de la ayuda humanitaria en la parte oriental de la ciudad, controlada por rebeldes.
“Mientras estamos aquí, sabemos que Alepo sigue siendo asediada y bombardeada, pero creemos que, si se lleva la paz a Alepo, las perspectivas de una solución diplomática se reavivarán. En cambio, si sigue siendo destrozada, las perspectivas de Siria y de su pueblo se harán añicos”, dijo el secretario de Estados de EE. UU., John Kerry, al presentar a la prensa el acuerdo.
Kerry lleva años involucrado de forma directa en la búsqueda de una salida política a la guerra en Siria, la cual, desde el punto de vista de Washington, pasa inexorablemente por la salida del poder del presidente sirio, Bashar al Asad.
Aunque EE. UU. sigue afirmando que Al Asad no puede estar en el futuro de Siria, la implicación militar directa de Rusia en favor del dirigente ha moderado esa exigencia, lo que ha generado desconfianza entre los grupos armados opositores con respecto a las intenciones de Washington.
En reacción al acuerdo de tregua, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), una alianza opositora de grupos políticos y armados reconocida en las negociaciones de paz, consideró que su cumplimiento dependerá de la voluntad de Rusia de presionar a la cúpula siria. “Cuando se instaló el cese de hostilidades en febrero, un centenar de grupos opositores lo respetó, pero el régimen lo violó”, denunció Bassma Kodmani, portavoz de la CSN.
Sin embargo, EE. UU. puso una parte de la responsabilidad del éxito del nuevo acuerdo en la oposición, a la cual ha advertido que, “si quiere mantener su legitimidad, debe apartarse” de los terroristas de Al Nusra y del Estado Islámico.
La fuerza que recobró el régimen en un momento de vulnerabilidad gracias a la ayuda de Rusia obligó a algunos grupos rebeldes a establecer una “convivencia” con los milicianos mejor armados y preparados de Al Nusra.
Por eso, para que la tregua funcione, la oposición alertó acerca de la necesidad de poner fin a la estrategia del Gobierno de rodear y sitiar localidades enteras, lo que permitiría que “los grupos moderados sean reorganizados y se distancien de los radicales”.
Pero el acuerdo bosquejado por Kerry no menciona explícitamente que el régimen tenga que levantar los sitios sobre las 18 localidades afectadas y donde viven alrededor de medio millón de personas, aunque sí exige que se permita la entrada allí de la ayuda humanitaria.
Aunque las miradas se centrarán en gran medida en Alepo, donde la comida escasea y se sabe que en pocos días se acabará el combustible que alimenta el sistema eléctrico y el suministro de agua, la situación en otras áreas –como Daraya y Madaya, próximas a Damasco– es crítica por desnutrición y por casos de muertes por inanición.
Si en los próximos días la disminución real de la violencia encaja con la entrada de ayuda humanitaria, pueden darse las condiciones para convocar a una nueva ronda de negociaciones de paz entre Gobierno y oposición, después de varios fracasos.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá a nivel ministerial el 21 de septiembre en Nueva York (EE. UU.) para abordar la situación en Siria, de donde se espera se anuncie la fecha de un nuevo ciclo de negociaciones.
Si ello no ocurre, volverán a desvanecerse las esperanzas sobre un pronto final de la guerra en Siria, que ha repercutido en todo Oriente Próximo y en Europa, a través del terrorismo yihadista.
EFE
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