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'Pecoso' Castro le dio otra gran alegría a Deportivo Cali

Nació en Manizales, pero es hincha del Cali. Ahora consiguió su segundo título como entrenador.

Fernando Castro Lozada desarrolló, en sus más de 25 años de carrera como entrenador, un enorme sentido de la disciplina. Tal vez aprendió de sí mismo como jugador. No era el más juicioso, pero sí cumplidor. Y como a él le exigieron mucho, pues él lo hace el doble con quienes tiene a cargo. Así logró su segundo título como técnico, con el equipo que lleva en el corazón, el Deportivo Cali. (Lea aquí: Los jóvenes del Cali bajaron la esperada novena estrella).
Nada ha sido fácil para el ‘Pecoso’, desde que era un niño en Manizales. Su mamá, doña Adiela, sacó adelante, ella sola, a Fernando y a sus seis hermanos; porque el papá los dejó cuando Fernando tenía 8 años. Así que, sin pena, sin miedo y sin pereza, comenzó a lavar ropa ajena. Y ‘Pecoso’ la entregaba. (Vea aquí: 28 años del show de Fernando 'Pecoso' Castro en el fútbol colombiano).
Sabía que tenía que seguir ayudando. Hizo el curso de mecánica automotriz en el Sena. Y mientras tanto, jugaba al fútbol aficionado en Manizales. De la mecánica le quedó una marca: perdió dos falanges del dedo meñique de la mano derecha con un taladro. Y el fútbol se volvería su profesión definitiva, cuando llegó al Once Caldas.
En 1977 conoció a su gran amor, el Deportivo Cali, luego de irse del Once y del Atlético Quindío, harto de esperar a que le pagaran. Y ahí se encontró a su segundo padre, Álex Gorayeb, quien terminó comprando para él su primera casa: había un retraso en los pagos y el presidente del club le dijo que tenía que llevarle la promesa de compraventa, que él se encargaba de girar el dinero.
El otro padre que encontró en el Cali fue el futbolístico, Carlos Salvador Bilardo, su técnico. De él aprendió la disciplina. Y también algunas mañas. En la primera final de un equipo colombiano en la Libertadores, en 1978, Cali enfrentó a Boca, que traía como puntero derecho a Ernesto Mastrángelo. La única forma que encontró ‘Pecoso’ para detenerlo fue echándole Vick Vaporub en los ojos... Muchos años después se reencontraron en un juego de veteranos y lo primero que hizo Mastrángelo fue preguntarle qué le había puesto en los ojos.
En otro partido, un puntero derecho lo desbordó y se fue rumbo al arco. ‘Pecoso’ se quitó una canillera, la botó al piso y llamó al árbitro, que era Gilberto Aristizábal. “Mecato, Mecato, mira, un cuerpo extraño...”, gritó.
Fernando Castro, en su época de jugador. (Archivo Particular).
‘Pecoso’ pasó por Santa Fe y Once Caldas antes de dar por terminada su carrera como futbolista, en 1984. Al año siguiente, Vladimir Popovic lo puso como asistente técnico en el equipo en el que brillaban Bernardo Redín y Carlos Valderrama. Sería el comienzo de una nueva etapa de su romance con el Cali. Pero ahora, desde otras funciones.
Cambio de papel
Pudo haber sido actor. Y de hecho, lo fue. Un viejo capítulo de la comedia Don Chinche lo muestra, junto al zaguero Gabriel Martínez, como compañero de equipo de Eraos Pedraza (Víctor Mallarino) y William Guillermo Jaramillo (Luis Eduardo Arango), para enfrentar a Don Chinche, Eutimio y compañía. Perdieron. Y seguramente no le gustó...
Esa capacidad histriónica la aplicó en otros momentos. Como cuando asumió como técnico de Santa Fe, en 1999. Se reunió con la junta directiva y entregó una hoja de papel a cada integrante. Les pidió que armaran el equipo como ellos quisieran. Las recogió, las guardó y les dijo: “Esta es la última vez que los directivos me hacen la formación. A partir de este momento, mando yo”. Han pasado 16 años de ese episodio y aún ‘Pecoso’ aplica la filosofía de la calle en muchas ocasiones. Como cuando botó una camilla en Barranquilla, en el juego contra Uniautónoma...
‘Pecoso’ ha dejado huella grande en el Cali. Y aparte de los títulos, ahora está su hijo menor, Martín, de 14 años, en las divisiones menores. Martín es tan hincha del Cali como su papá. Tanto que, cuando ‘Pecoso’ era técnico del Once Caldas, un día Martín estaba como recogebolas del blanco, en un partido contra el Cali. Los verdes hicieron un gol, Martín lo celebró. Y lo echaron del Once...
Martín no viajó a Medellín. ‘Pecoso’ prefirió que se quedara en casa. Pero ya le llevó el trofeo de campeón, la novena estrella del Cali. Y ya piensa en trabajar de nuevo. “Conmigo es serio todos los días”, dice, en un video que anda rodando por las redes sociales, cuando dirigía al Huila. Y así es...
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
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