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Educación

¿Cómo educar a las niñas para que sean lideresas y luchadoras?

Es deber de los padres fomentar el amor propio en sus hijas.

Es deber de los padres fomentar el amor propio en sus hijas.

Foto:123rf

Es clave enseñarles desde niñas a que conozcan y defiendan sus derechos, a que pueden soñar.

Ser mujer en Colombia, y en general en el mundo, no es fácil. Ser niña, es mucho más difícil. El machismo, la violencia en sus diferentes formas, la desigualdad, la pobreza –entre otras muchas otras problemáticas– impactan en las mujeres desde pequeñas, con mayor fuerza que en los hombres. Basta con ver las cifras oficiales para comprobar que las niñas son gravemente violentadas y marginadas.
Pero así como son ellas quienes sufren los mayores flagelos, también es en ellas donde está parte de la solución. Es durante esta etapa de la vida en la que se encuentra la oportunidad de potenciar la autonomía, la libertad, el bienestar, el gozo y el liderazgo que tendrán (o no tendrán) de por vida.
En ese sentido, la fundación Plan en Colombia lanzó la campaña ‘Las niñas también son mujeres’, que se enmarca en el movimiento global #PorSerNiña. “Trabajar por la equidad de las niñas con el propósito de que sean consideradas mujeres, desde temprana edad, es una vía para que se empoderen y conozcan sus derechos; para que cuando crezcan no hagan parte de los indicadores de violencias”, dice Alejandro Gamboa, presidente de Plan.
Y es que, según la organización que preside, niñas y mujeres siempre se han visto como categorías distintas. Durante décadas, el trabajo, la investigación y acción feminista se han centrado en las mujeres adultas, poniendo en el centro la vulneración de sus derechos y haciendo llamados para su garantía. Sin embargo, en estos espacios, las niñas han sido invisibles, añade Plan, que viene desarrollando proyectos de intervención con niñas y jóvenes en las comunidades más vulnerables, en prevención de violencia sexual, embarazo adolescente y emprendimientos sociales.
Las niñas, históricamente, han hecho parte de la categoría ‘niños’, así como las mujeres eran incluidas en la categoría ‘hombre’ para referirse a ‘ser humano’. Y según un estudio publicado en el Journal Science de la Universidad de Nueva York, las niñas entre los 5 y los 7 años creen que los hombres son inherentemente más inteligentes y talentosos que ellas. La existencia de estos estereotipos, dice el estudio, no es una gran sorpresa; sin embargo, sí ratifica que influyen en ellas.
El estudio indica que no es claro de dónde vienen estos estereotipos. Los principales sospechosos son padres, maestros y medios de comunicación. Por eso asegura que es necesario tomar medidas para que estos prejuicios no arruinen sus aspiraciones. Y son precisamente esos sospechosos los que deben cambiar su forma de comportarse con las niñas.
La Iniciativa de Prevención de la Violencia (Violence Prevention Initiative) en el Hospital de Niños de Filadelfia (The Children’s Hospital of Philadelphia) afirma, por su parte, que enseñar habilidades de liderazgo y proporcionar oportunidades para que las niñas se desarrollen previene agresiones.

¿Cómo empoderarlas?

Para cambiar el futuro de las niñas primero se debe reconocer que también son mujeres.
“Implica reconocer que sufren las mismas vulneraciones de derechos que las mujeres, en una magnitud distinta. También es justo y necesario que se reconozcan e impulsen sus capacidades para disminuir, desde una edad temprana, los efectos negativos que las vulneraciones dejan en sus vidas”, asegura la fundación Plan.
Luis Miguel Bermúdez, doctor en Educación y experto en temas de género, asegura que para que las niñas se empoderen es necesario que los padres tengan también esa intención:
“Si yo quiero empoderar a las niñas, tengo que empezar primero por la familia. Es empezar a cuestionar los métodos de crianza”. Sin embargo, ahí está el problema. “Es que las familias colombianas están impregnadas de machismo. Ahí entran a jugar un rol fundamental el entorno escolar y el social”, añade el educador.
Marcela Henao, asesora en temas de género de la fundación Plan, explica que para empoderar a las niñas se debe partir de eliminar el estereotipo que se tiene sobre el poder y el liderazgo como asuntos meramente masculinos. “Es muy importante mostrarles a las niñas que el poder y el liderazgo es algo a lo que ellas pueden y deben acceder; eso, en el colegio, en la familia, en sus entornos”.
Para lograrlo –añade Henao– se debe cambiar esa mentalidad que sugiere que las mujeres, para tener poder y ser lideresas, deben ser mandonas.
De hecho, asegura la experta, las niñas que tienen poder y liderazgo desarrollan autonomía, autoconciencia, y a la larga aprenden a hacerse cargo de un factor muy importante que es poner límites: “Aprenden a decir que no, a irse cuando una situación está incómoda, a exigir sus derechos, a enfrentarse o a debatir con otras personas o con niños; incluso, con otras niñas. Eso es tener poder y eso es muy importante”.
Para ser lideresas es importante que incorporen en su proceso de formación la comunicación asertiva; es decir, que aprendan a expresar lo que las molesta, lo que las inquieta y lo que les parece importante, de tal manera que el mensaje le llegue a todo el mundo.
Esto, además, se enmarca dentro de una estrategia que busca mostrarles lo valiosas que son. “Ser niña es algo valioso, tener el cuerpo que tienen y quererlo es muy importante”, añade Henao.
También se les debe enseñar que ellas son dueñas de su cuerpo, que no es de alguien más, ni de sus padres ni de sus maestros, de absolutamente nadie: es de ellas. De ahí que tomen decisiones sobre su cuerpo: desde cómo se visten, si se cortan el pelo, si se quieren enamorar, si quieren tener hijos o no, con quién o cuándo. Que aprendan a exigir sus derechos y a ser libres desde pequeñas.
SIMÓN GRANJA MATIAS
EL TIEMPO
@simongrma
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