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Breve guía 'youtuber' para extraterrestres

Hay cierto parecido de este festival a Lollapalooza, pero en versión escolar.

Hay cierto parecido de este festival a Lollapalooza, pero en versión escolar.

Foto:Archivo particular

Un periodista llevó a su hija a una cumbre de estas 'personalidades', y cuenta lo que vio y sufrió.

Parece que ahora, al fin, le toca a Fernanfloo. Su nombre comienza como un rumor, con un par de niñas que gritan que ya viene, y termina en una avalancha de adolescentes que corren hacia el escenario y corean su nombre. ¿Quién es Fernanfloo? “¿En serio no sabes?”, me contrapregunta mi hija. En su cabeza adolescente, él es una celebridad. No saberlo me transforma en un extraterrestre en medio del Club Media Fest, la cumbre de ‘youtubers’ de habla hispana.
De ‘youtubers’ sé apenas un par de nombres: Germán Garmendia, el chileno con más seguidores y quien no vino a esta cumbre, y el Rubius, el principal ‘youtuber’ español, que tampoco vino. De la existencia de este último me enteré el año pasado, cuando, por petición de mi hija, compré ‘El libro troll’, escrito por él. Después me di cuenta de que estaba lleno de actividades ridículas y grotescas.
Así que es normal que no tenga idea de Fernanfloo, ni de Luzu, ni de JPelirrojo, ni de Xoda, ni del resto de los invitados al Club Media Fest. Parecen solo un revoltijo de nombres, pero algunos son las principales figuras de una pujante industria que factura millones y atrae a las editoriales. (Además: La versión más idiota de Daniel Samper Ospina)
Un día antes hablé con el argentino José Luis Massa, de 50 años, a quien se le ocurrió armar este festival. Antes hizo películas y dirigió videos de Diego Torres y Soda Stereo. En el 2014, tras abrir su productora, tuvo la idea: “En la compañía teníamos a varios jóvenes que creaban contenidos en YouTube y se comunicaban en las redes con otros que hacían lo mismo. Hablaban con Werebertumorro en México, con el Rubius en España, con Xoda en Chile, con Mox en Perú. Pero nunca se habían juntado. Entonces decidimos armar un encuentro entre ellos y su público”.
El primer festival se realizó en abril del 2015, en Buenos Aires. Esperaban 8.000 personas. Llegaron 34.000. El evento se repitió en octubre del mismo año en la Movistar Arena, de Santiago, con 12.000 espectadores. En el 2016, la gira comenzó en Bogotá y siguió en Lima, con más de 10.000 entradas vendidas en cada ciudad, y terminó en Buenos Aires. (También: La academia, otro espacio que se abre para los 'youtubers')
“La pantalla principal de los jóvenes ya no es la tele. Ahora es su celular, su tableta. Y sus ídolos son los ‘social artists’: ‘youtubers’, ‘gamers’ o ‘bloggers’, que tienen una realidad menos maquillada –dice Massa–. Es un movimiento cultural. Y está pasando en todo el mundo. Me hace recordar la etapa en que hice videoclips en los 80, por la creatividad y el uso de otras técnicas. Vas a ver a varios muy genuinos, generando una onda parecida a los inicios del punk, con mucho caos controlado y sin tanta producción”.
Me crucé con muchos adultos desorientados, de la mano de sus hijos. Unos pocos conocían algunos nombres, pero por las miradas perplejas de varios, al ver que se vendían tazas de Fernanfloo, fotos de Fernanfloo y camisetas de Fernanfloo, uno podía adivinar que se hacían la misma pregunta: ¿y quién es Fernanfloo?
Probablemente soy parte de la primera generación de padres cuyos hijos idolatran a unos desconocidos. Y mi hija es de la primera generación de adolescentes que ya no ve televisión abierta. (Además: Los 'youtubers' que más dinero ganan, según 'Forbes')
Tenía varios interrogantes antes de llegar al festival. Si hace un tiempo estaba preocupado por que mi hija no viera ciertas imágenes en televisión, ¿de qué debiera estar preocupado ahora? Después de todo, aunque son casi invisibles en la prensa, los ‘youtubers’ son influyentes. Muchos de los adolescentes que me rodean dicen que quieren ser como ellos. Y todos están suscritos a varios de los canales de los ‘youtubers’ que van a actuar en el festival.
Por los aplausos, uno se da cuenta de quién es quién entre ellos. El show parece un ensayo permanente. Hay cierto parecido a Lollapalooza pero en versión escolar. Por ejemplo, el escenario donde ahora hacen su rutina cómica los ecuatorianos de Enchufe TV no es el único. Hay otros dos puntos donde se presentan en paralelo otros ‘youtubers’: una carpa para conferencias, donde los fanáticos pueden hacerles preguntas a sus ídolos, y un sector de ‘meet and greet’, donde me puedo tomar foto con algún ‘youtuber’ o pedirle un autógrafo.
Allí me encuentro con Yellow Mellow, una francesa radicada en España que tiene casi dos millones de seguidores en dos canales y que incursiona como cantante. En la sala de conferencias escucho a Xoda, uno de los ‘youtubers’ chilenos más famosos, con más de un millón de suscriptores. Hace cinco años, Cristián Moreno, su verdadero nombre, trabajaba como chofer. Más tarde lo veo sobre el escenario, donde hace comentarios sexistas y xenófobos. También hace preguntas del tipo ‘¿Quién quiere ser millonario?’, pero con referencias sexuales. Xoda, micrófono en mano, dice que olvidó algo antes de entrar a escena. Un padre le grita: “¡El cerebro!”. Ahora sé qué ‘youtuber’ no debería seguir mi hija.
Ignacio Carrasco, de 25 años, se crió en Antofagasta (Chile). Estudió composición y armó una banda. Trabajó como fotógrafo. Alcanzó la fama con su canal Las aventuras de Sofía, donde hacía comedia. Lo cerró el año pasado y hoy sigue con DimeNacho, dedicado a la música, los videojuegos y los tutoriales humorísticos, como las formas de copiar en un examen. Cuando se presenta, se mueve elástico con su guitarra eléctrica y el público estalla. Acaba de lanzar un libro de cómic con ‘Las aventuras de Sofía’ y ya vive de sus videos. “Esto sigue siendo algo de jóvenes, pero en EE. UU. hay ‘youtubers’ de 50 o 60 –comenta–. Falta poco para que se convierta en algo más transversal”.
Mientras habla, en el escenario está Lele, una rubia de Minnesota (EE. UU.), hija de misioneros, gamer, conductora de TV y actriz. Es la novia de Germán Garmendia. Durante su ‘show’ canta tres temas en inglés junto a su banda. Por suerte está frente a un público poco exigente. (Además: El negocio de los reyes de YouTube en Colombia)
Cuando el festival va para las ocho horas, más de la mitad del público luce un saco verde con la L de Luigi, el coprotagonista del videojuego de Mario Bros. Es el saco que suele usar Fernanfloo en YouTube. Los flashazos de los celulares se repiten y la histeria aumenta.
Hasta que por fin sale, entre una lluvia de papel picado. ¿Ese es Fernanfloo? Tengo que ‘googlearlo’: es salvadoreño, se llama Luis Fernando Flores, tiene 23 años, en su canal juega videojuegos y lo siguen 18 millones de suscriptores, tres veces más que la población de su propio país. Parece un chico normal. Podría estar entre el público. Habla como ellos, se viste como ellos. Esperamos ocho horas para verlo competir con Xoda y Mox en ‘la botella challenge’, un juego muy popular en la red, cantar un rap con su nombre y hacer lo mismo que hace en YouTube: jugar.
¿Ocho horas para esto?
Mi hija no puede más de la emoción.

‘Trabajo unas 14 horas diarias, los siete días de la semana’

Hablo con Luzu, un ‘youtuber’ de 30 años nacido en Getxo, cerca de Bilbao (España), pero que vive hace siete en Los Ángeles (Estados Unidos). Estoy frente a una megaestrella, con 11 millones de suscriptores en sus tres canales: LuzuVlog, Luzugames y Luzuylana, que comparte con su novia, Lana. Estudió comunicación audiovisual y trabajaba en una productora en Madrid cuando empezó a subir videos a YouTube.
“Al principio era un ‘hobby’. Mi empleo no me daba las posibilidades creativas que me entrega esta plataforma –confiesa–. Nadie me veía, pero lo hacía por gusto: me apasionaban las cámaras y la edición. Ahora este es mi trabajo”.
Le pregunto si se puede vivir como ‘youtuber’.
“Totalmente –responde–. Una vez que llegas a una audiencia grande, es igual que un medio tradicional: vivimos con los ingresos que genera la publicidad”.
¿Cuántas horas trabaja?
Aquí no solo soy productor y editor, sino guionista; además hago ‘marketing’, llevo las relaciones con la prensa. Trabajo unas 14 horas diarias y siete días a la semana.
¿Y cuál es su audiencia?
La generación que con internet comenzó a consumir contenido distinto. Las generaciones previas estaban acostumbradas a una parrilla en televisión. La generación actual, en cambio, quiere tener el poder de elegir cuándo y dónde ver algo, y YouTube ofrece eso.
¿No cree que se trate solo de una moda?
Esta es una realidad que no tiene vuelta atrás. Y va a obligar a la televisión tradicional a adaptarse a la nueva forma de consumir contenidos. Hay algo que diferencia el entretenimiento con el que tú creciste del que tu hija consume: hoy es más personal, se crea una conexión entre la audiencia y el creador de contenidos mucho más íntima de la que tú tenías con un programa de TV. Además, ya no hay barreras geográficas ni culturales.
GAZI JALIL F.
EL MERCURIO (Chile) - GDA
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