¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Novedades Tecnología

Les entregamos nuestras vidas

Con cada dispositivo que agregamos a nuestra vida entregamos una parte de nosotros mismos, a menudo sin saber a quién.

Con cada dispositivo que agregamos a nuestra vida entregamos una parte de nosotros mismos, a menudo sin saber a quién.

Foto:123RF

Con cada dispositivo que agregamos a nuestra vida entregamos una parte de nosotros mismos.

El nuevo reloj de Apple lleva un registro de la salud del usuario. Google Now reúne la información necesaria para calcular a qué hora conviene salir para el aeropuerto.
Amazon nos dice los libros que queremos, las compras que necesitamos, las películas que nos gustarán y también nos vende la tableta con la que haremos el pedido. Cuando estamos por llegar a casa, las luces y la temperatura ambiente se ajustan a nuestro gusto.
Estos servicios digitales están pensados para hacernos la vida más fácil, y sin duda lo logran. Pero ¿no nos estaremos olvidando de hacernos algunas preguntas básicas?
Con cada dispositivo que agregamos a nuestra vida entregamos una parte de nosotros mismos, a menudo sin saber a quién, y mucho menos si compartimos su ética y sus valores. Puede ser que al marcar la casilla de aceptación tengamos una vaga idea de lo que harán con nuestros datos; pero, más allá del ‘marketing’, las personas que están detrás no tienen ni rostro ni nombre. Sabemos poco sobre ellas, pero ellas saben mucho sobre nosotros.
Hace una generación, la idea de que las empresas supieran dónde estuvimos, qué hicimos o qué dice nuestra historia clínica era inaceptable. El banco sabía un poquito, el médico sabía otro poquito y la oficina de impuestos, otro tanto. Pero ahora Apple y Google lo saben todo y lo guardan en un único lugar. Es muy cómodo, pero ¿y si deciden usar nuestros datos en formas que no hemos aprobado? Y hay motivos para inquietarse. Sirva de ejemplo la noticia de que Facebook experimentó con las actualizaciones de noticias de sus usuarios para determinar si lo que veían podía alterar sus estados de ánimo; no recuerdo haber marcado una casilla para dar mi consentimiento.
Siempre se pensó que la historia clínica de las personas debe ser privada, para que los pacientes puedan hablarles a sus médicos con franqueza. Pero ahora algunos fabricantes de ropa inteligente y de ‘software’ están presionando para que a sus productos no se los considere dispositivos médicos y no tengan que cumplir regulaciones sobre protección de datos.
La privacidad es apenas una parte de un debate más amplio sobre la propiedad y el monopolio de los datos, su protección y el uso de ellos. Nos gustan las aplicaciones nuevas. Las probamos y les damos acceso a nuestras cuentas de Facebook o Twitter sin detenernos a pensar en lo que implica transferir nuestros datos personales de grandes empresas con al menos cierto grado de supervisión a pequeñas empresas sin estructuras ni límites rigurosos. La gente cree (o espera) que en alguna parte habrá alguien controlando todo esto, pero ¿es así? En Europa, la legislación de protección de datos personales es solo parcial; la mayor parte del mundo carece de medidas al respecto.
Mientras nos acercamos al acceso universal a Internet, debemos preguntarnos: ¿cuánto de nosotros mismos estamos dispuestos a entregar? ¿Qué sucederá si compartir se vuelve obligatorio, cuando dar acceso a una cuenta personal en Facebook sea requisito para un empleo o nos suspendan la atención médica hasta que presentemos nuestro historial de datos de Fitbit?
Si es ese el futuro que queremos, debemos ir hacia él con conciencia, no deambulando descuidadamente hasta el día en que caigamos en un hoyo, miremos arriba y nos preguntemos cómo llegamos allí.
LUCY P. MARCUS
Fundadora y CEO de Marcus Venture Consulting
Project Syndicate ©
Londres
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO