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Proceso de Paz

Coca y paz, tensión irresuelta / Análisis

Los cultivos de hoja de coca aumentaron en 52 % entre 2015 y 2016.

Los cultivos de hoja de coca aumentaron en 52 % entre 2015 y 2016.

Foto:Carlos Ortega / EL TIEMPO

Las diferencias con Washington se deben a una diferencia de prioridades de los dos países.

Juan Carlos Rojas
Más allá de que los cultivos de hoja de coca aumentaron en 52 % entre 2015 y 2016, la inesperada advertencia de Estados Unidos a Colombia por una supuesta falta de resultados en la lucha antidrogas muestra el escaso entusiasmo de Donald Trump por los acuerdos de paz con las Farc.
Estados Unidos no solo atribuye el crecimiento de los cultivos a que Colombia “descuidó” la lucha antinarcóticos durante la negociación con las Farc, sino que cuestiona la efectividad de la sustitución voluntaria de los plantíos, un punto central de los acuerdos de paz.
Trump nunca ha sido explícito en su respaldo a esos acuerdos. Ni siquiera cuando el presidente Juan Manuel Santos lo visitó en la Casa Blanca, el 18 de mayo.
Ese día, Trump dejó claro que su prioridad en la agenda con Colombia era la lucha contra el narcotráfico y dijo esperar que Santos remediara “muy rápido” el “alarmante” aumento de cultivos ilícitos.
Es innegable que una de las causas del aumento de estos cultivos fue la equivocada decisión de las Farc de promoverlos para que más campesinos se beneficiaran de los acuerdos de paz.
Sin embargo, como afirma el director del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes, Hernando Zuleta, la solución de fondo del problema de las drogas es la sustitución voluntaria. “La erradicación forzosa es ineficiente y costosa, hasta en vidas humanas. Debe apostarse por una combinación de sustitución, interdicción y destrucción de laboratorios”, dice.
De hecho, la interdicción está siendo la herramienta antidrogas más exitosa. En el 2016 Colombia incautó 362 toneladas de cocaína, es decir, el 42 por ciento de lo que según la ONU produjo el país ese año.
Cifras como estas, dice Zuleta, desvirtúan la tesis de Washington de que el aumento de cultivos de hoja de coca en Colombia se ha traducido en un incremento de cocaína en el mercado de Estados Unidos.
Es claro que las tensiones con Washington se deben a un tema de prioridades. Para ellos, lo primero es la lucha antidrogas con énfasis en la mano dura; para Colombia, hoy la prioridad es consolidar la paz.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO
En Twitter: MarisolGmezG
Juan Carlos Rojas
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