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Globos de negro

Un acontecimiento político que prueba que los testimonios del “yo también” no fueron solo del 2017.

Editorial .
La ceremonia de los Globos de Oro suele ser un evento divertido, relajado e intrascendente –que poco influye, además, en los resultados del clímax de esta temporada de premios cinematográficos: el premio Óscar–, pero este domingo 7 de enero de 2018 se convirtieron en un conmovedor acontecimiento político que quizás sea prueba de que los testimonios del “yo también” no fueron un fenómeno hollywoodense del año pasado, sino un paso adelante en la revolución feminista, un movimiento irreversible contra los abusadores y una transformación fundamental en el tema de la igualdad entre los géneros.
Por supuesto, como todos los años, los Globos de Oro –que desde hace 75 años entrega la Asociación de Periodistas Extranjeros de Hollywood– celebraron y presentaron al mundo algunas de las mejores producciones estrenadas en Estados Unidos el año pasado: pronto podrán verse en carteleras colombianas películas tan disímiles como ‘La forma del agua’, ‘3 anuncios por un crimen’, ‘Las horas más oscuras’, ‘The Post’ y ‘Ladybird’. Y, sin embargo, cuando las estrellas comenzaron a llegar al teatro, vestidas de negro como llevando luto por todas las víctimas de abuso sexual, fue evidente que los Globos de 2018 serían históricos.
El monólogo del presentador de la noche, Seth Meyers, empezó con las siguientes palabras: “Buenas noches, damas y... caballeros que aún quedan”. Y desde ese momento hasta el final, cada una de las personas que subieron al escenario lanzó algún discurso de apoyo a las sobrevivientes de los abusos y a las valientes que tuvieron el coraje de hablar hacia finales del año pasado.
El emocionado y emocionante discurso de la célebre Oprah Winfrey, ganadora del premio a toda su carrera, fue la cumbre del ‘show’: una defensa apasionada de la verdad y de la igualdad centrada en la posibilidad y en la necesidad de un mundo nuevo, “en el que ya nadie más tenga que decir #YoTambién”. Si los Globos de Oro son una buena medida, ese mundo está cerca.
editorial@eltiempo.com
Editorial .
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