¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Frankenstein vive

200 años después de su publicación, su influencia en las culturas del mundo resulta innegable.

Editorial .
'Frankenstein o el moderno Prometeo', la obra maestra de la escritora inglesa Mary Shelley, fue publicada el 1.° de enero de 1818. Doscientos años más tarde, luego de convertirse en un mito y un ícono de la humanidad recreado en cientos de versiones, su influencia en las culturas del mundo resulta innegable: no solo su trama –la pesadilla de un creador al que su criatura se le rebela– es una de las más imitadas en la historia de la narración, sino que su alegoría iluminadora no ha dejado de ser relevante dos siglos después.
Mary Shelley se llamaba Mary Godwin cuando escribió el primer borrador de Frankenstein. Tenía 19 años. Era la hija del literato anarquista William Godwin y la feminista pionera Mary Wollstonecraft, que había muerto poco después del parto. Y, como se había convertido en la amante del poeta Percy Shelley, terminó formando parte del grupo de genios que se reunió en una mansión durante “el verano que nunca se dio”. Corría la mitad de 1816. El mundo estaba congelado a causa de la explosión del volcán Tambora. Y en ella, Lord Byron puso a los huéspedes de aquella casa enorme la tarea de inventarse historias aterradoras.
En 1931, Boris Karloff se convirtió en el Frankenstein más famoso del cine.

En 1931, Boris Karloff se convirtió en el Frankenstein más famoso del cine.

Foto:Universal Pictures

Godwin redactó allí el primer borrador de la historia de Frankenstein: un médico suizo obsesionado con la muerte consigue darle vida a un cuerpo que ha ido creando en la oscuridad de su laboratorio, pero la criatura, extraviada como un monstruo, pronto se da cuenta de que el mundo de los hombres es un infierno en el que es un pecado no ser ni parecer como los otros. Por eso, por su vitalidad y su denuncia de una inhumanidad, Frankenstein fue recibida como una obra irrepetible desde esa edición de 1818, publicada sin nombre.
Cien años después, cuando se hicieron las primeras películas sobre el personaje –y luego, en 1931, gracias al clásico dirigido por James Whale–, la parábola del monstruo que quiere cobrarle la vida a su creador se convirtió en este patrimonio de todos que lleva dos siglos explicándonos el horror. Frankenstein vive.
editorial@eltiempo.com
Editorial .
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más Editoriales

Sin tregua

Los golpes recientes a la delincuencia en Bogotá dejan ver que la estrategia va bien encaminada.

El paso de la ONU

Pese a reacciones ante la resolución que pide un cese al fuego en Gaza, esta postura trae esperanza.

Una respuesta necesaria

Lo que Colombia le puede aportar al país vecino es contribuir a que celebre elecciones libres.

Días de reflexión

Es importante el llamado de la Iglesia sobre temas que se discuten en el Congreso y en el de la paz.

La nueva casa del FEP

El Estéreo Picnic graduó al Simón Bolívar como el espacio propicio para eventos de esta envergadura.

Más por el turismo

Avances del sector mejorarían con incentivos tributarios, promoción a viajeros y más conectividad.

Terrorismo en Moscú

En estos demenciales actos caen seres inocentes, que tienen derecho a la tranquilidad y a la vida.