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El circo y la última función

El arte de los circos ha quedado en manos de compañías más recientes, menos dadas a las tradiciones.

Editorial .
Si es triste cuando el circo se va de la ciudad, cuando se van los artistas y los animales y los tramoyistas, es devastador si el circo se acaba. Y si se trata del más viejo del mundo, el Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus, que desde hacía varios meses venía anunciando su posible final, resulta una señal –y un símbolo escalofriante– de que los tiempos no solo están cambiando, sino de que cambiaron hace rato: las presiones de los animalistas, los costos de manutención y la escasa venta de entradas acabaron con ese espectáculo, que fue una tradición de numerosas generaciones.
Fue el domingo 21 de mayo de 2017, hace diez días nomás, cuando el Ringling tuvo su última presentación después de 146 años de labores ininterrumpidas. De nada sirvió una historia enorme de la que fueron protagonistas algunos de los trapecistas, los acróbatas, los domadores, los payasos y los animales más famosos que haya conocido el mundo. De nada sirvieron las narraciones que se inspiraron en las vicisitudes del Ringling: dos clásicos del cine de Hollywood, ‘Dumbo’ (1941) y ‘El espectáculo más grande del mundo’ (1952), se inspiraron en los personajes y las anécdotas y las vidas de esa carpa que llegó a tener –por ejemplo– quince elefantes en su elenco.
El Ringling, que recorrió los Estados Unidos durante un siglo y medio, hizo lo mejor que pudo por ponerse al día con los tiempos que corren: consciente de las protestas de los animalistas, y aun cuando se empeñó en cuidar a sus ‘fieras’ con toda la humanidad que se espera, retiró a algunos de los animales que fueron sus héroes durante tanto tiempo. Sin embargo, como si estuvieran castigando al circo por tiempos peores, ni siquiera las medidas desesperadas frenaron la deserción de los espectadores. Llegó el último domingo. Vino la última función.
Y el arte de los circos ha quedado en manos de compañías más recientes, menos dadas a las tradiciones que pueden notarse en las películas mencionadas, que tendrían que honrar la memoria de las personas y los animales que han llenado de asombro a tantos padres y tantos hijos por toda la Tierra.
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