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Regalo envenenado

Por primera vez, el Gobierno está sentado en la mesa con el Eln como interlocutor.

En medio del recrudecimiento de la violencia contra líderes sociales y políticos, que tiene al país aterrado y consternado, no hay duda de que el Eln es un factor detonante protagónico en medio del desorden creado por la inundación de los cultivos ilícitos y la minería ilegal. Desactivar el Eln con un acuerdo bien hecho sería uno de los caminos para acabar esta matazón de líderes. Pero me temo que el acuerdo que se está contemplando en La Habana, según me cuenta una buena fuente interna, va por mal camino. Y por ahí nos vamos a meter si los ‘flojos’ de la delegación del Gobierno colombiano le ganan el pulso al grupo de los ‘duros’.
El gobierno Santos ha dado la orden de dejar, como sea, pactado un cese del fuego bilateral con el Eln. Pero además porque, como ya lo hemos dicho en este mismo espacio, para que Santos lo pueda lucir en sus futuras conferencias internacionales o en los comedores de la realeza europea. Pero, dos, porque él lo cree y ha convencido a muchos de que por malo que sea el arreglo con el Eln, será bueno porque salvará vidas. Si eso fuera así de cierto, ¿por qué no entregarle al Eln todo lo que pide en lugar de negociárselo? Porque la salvación de vidas depende no solo de que el acuerdo se haga, sino de que sea bueno para los colombianos, y no solo para el Eln.
¿Y qué sería malo para los colombianos? Que se esté contemplando la posibilidad de pactar un cese del fuego bilateral sin que el Eln se comprometa a dejar de secuestrar. A tirabuzón se les ha sacado ese compromiso en anteriores y breves ceses del fuego. Pero en este caso están empeñados en no comprometerse, y me cuentan que el Gobierno está a punto de ceder, lo cual me niego a creer, pero aquí lo dejo consignado, por si acaso. Las Farc prohibieron la práctica de este abominable delito del secuestro en el 2012, y fue la primera gran prueba de su decisión de negociar en serio.
La segunda gran concesión con el Eln tendría que ver con las consultas minero-energéticas.
Esta es la hora en la que se han producido decenas de consultas de esa naturaleza con la población, y el Estado las ha perdido casi todas, aunque por fortuna no son vinculantes, pues el dueño del subsuelo no es la población que vive encima, sino toda la nación. Luego el Gobierno puede aceptar o no la negativa que surja de la consulta, sopesando si una determinada explotación es beneficiosa para el país o si son considerables los daños ambientales que ocasionaría. Según un reciente editorial en su página ELN-Voces.com, “es imposible avanzar en una política de paz sin antes discutir ampliamente el actual modelo económico y la política minero-energética (...), ya que mientras existan desigualdad social y leyes a favor de los monopolios y en contra de los intereses del pueblo, la rebeldía en armas no solo será un derecho, sino un deber”.
Pues bien, en La Habana alguien le propuso al Gobierno que, en un gesto de buena voluntad, acepte la negativa de una de esas consultas como un acto emblemático. O sea que admita que no se explote un proyecto minero, y el que han llegado a mencionar es la mina de oro de La Colosa, cerca de Cajamarca, que podría ser una de las más grandes de Suramérica, con unas reservas que se calculan en 29 millones de onzas. Sea ese proyecto o cualquiera otra mina, esta concesión al Eln de renunciar el Estado definitivamente a la explotación de un proyecto minero para que pueda apuntársele a la exigencia de la guerrilla, sobra decirlo, sería un gravísimo precedente económico, y nuevamente quiero creer que no es una posibilidad que contemple el Gobierno. Además de ser un riesgo para que se convierta, ahí sí, en un proyecto de minería ilegal con sus irreparables daños ambientales.
El único avance real de las conversaciones que desde hace 15 años se iniciaron con el Eln es que, hasta ahora, no aceptaban al Gobierno sino como un simple operador, bajo la tesis de que la negociación de paz tenía que ser con la sociedad civil. Por primera vez, el Gobierno está sentado en la mesa con el Eln como interlocutor.
Pero si esto que he descrito es factible, lo que recibirá el nuevo gobierno en relación con los avances del cese del fuego con el Eln será un regalo... Pero envenenado.
Entre tanto... Lo único claro que dejan las grabaciones de Roberto Prieto publicadas en exclusiva por Vicky Dávila es que el señor domina un lenguaje soez del más alto calibre.
MARÍA ISABEL RUEDA
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