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La oposición, desarmada

Por fin vimos las armas de las Farc, que tanto dolor causaron. Este es un acto clave del proceso.

Luis Noé Ochoa
Estamos de puente festivo, el Corpus Christi. Antes, en este día, en los pueblos se instalaban arcos con cosechas y animales vivos. Los uribistas dirán que me cuelguen a mí. Por fortuna, eso se está acabando. Aunque en un pueblito perdido, llamado Centro Democrático, sacan conejos y palomas con las alas recortadas.
En el Corpus, los cristianos reafirmamos la fe en el cuerpo de Jesús y en la sangre derramada. Hablando de ello, hay nuevos motivos para tener fe en que no se derrame más sangre de los mismos colombianos. Se siguen silenciando fusiles, y cada fusil bajo llave es vidas a salvo.
Por fin vimos las armas de las Farc, que tanto dolor causaron, ya no en el fogoneo mortal o en el hombro de guerrilleros y guerrilleras –algunas de ellas, más para combate cuerpo a cuerpo–, sino entregadas a la Misión de la ONU.
Las vio el mundo. Y estas sí no son escopetas de la guerra de los Mil Días, sino lanzagranadas, lanzacohetes, fusiles poderosos de diverso origen, metralletas, pistolas (no las que creyó la oposición que harían las Farc), etc.
El que casi vaya el 60 por ciento del arsenal ‘fariano’ entregado (más de 4.000 armas) es un hecho histórico para Colombia, es la certeza de que menos personas van a morir absurdamente y de que las Farc pasarán a la vida democrática.

¿No podremos remar todos juntos? ¿Pesa más el odio que el futuro del país? Lo que debemos es ver que se cumpla el proceso, que haya justicia y reparación de las víctimas

El ‘Arca de Noé’ lanzó una paloma en la columna del pasado 3 de junio. Pues se vino un diluvio universal de insultos, algunos de ‘Bronx’ en pelea por un porro. Otros me trataron de ingenuo, de iluso, de ridi, como decía una monja por no completar las dos sílabas de adelante que pintan al de atrás. No importa. Las Farc oyeron las voces de quienes pedíamos que se vieran las armas como testimonio innegable.
Decía yo: “Aquí lo importante, señores ‘Timochenko’, ‘Iván Márquez’ y demás, es el mensaje de credibilidad. Ver para creer, como dizque dice ‘Santrich’. Yo creo que el sello de este largo esfuerzo, lo que puede callar a los incrédulos, lo que le dice al mundo del real fin de la guerra, es la foto. Ver esos fusiles, miles, en manos de la ONU sería la muestra contante, y por fortuna ya no sonante, de que se acabó la lucha armada de las Farc y viene la lucha política. El testimonio para la historia es esa foto. La esperamos”.
Pues ahí están las fotos, y los incrédulos se quedan sin munición. Y esto tiene que seguir. ¿Un día veremos un contenedor lleno, don ‘Timo’? Ojalá, pues este es el acto clave del proceso, que despeja dudas. Los opositores decían que se convencerían cuando vieran a las Farc entregar las armas. Ahora dicen que umm, que son pocas, que las caletas, que faltan 10 cartuchos y los cuchillos de la cocina, etc.
Pedían por los niños que fueron reclutados. Bien. Pero como entregaron a más de medio centenar, dicen que umm, que dónde están los que reclutaron hace 20 años. Es la táctica de alejar siempre la orilla, dijo don Felipe González, exjefe del Gobierno español, quien, joder, tíos, como medio mundo, cree en este proceso y es amigo de Colombia, a la que quiere ver en paz. Pero aquí unos, umm, piensan es en elecciones, en sus intereses.
¿No podremos remar todos juntos? ¿Pesa más el odio que el futuro del país? Lo que debemos es ver que se cumpla el proceso, que haya justicia y reparación de las víctimas. Aquí hay otros frentes que atacar. La corrupción, por ejemplo, que usa lanzabilletes, lanzacontratos, fusiles punto cincuenta billones, usa minas quiebraconciencias y mata de hambre a la gente. ¿Y la coca? ¿Qué tal si en lugar de sembrar cizaña sembramos esperanza y entre todos apoyamos a los campesinos en la sustitución de cultivos, a ver si vemos otra foto de Colombia? Feliz puente.
LUIS NOÉ OCHOA
luioch@eltiempo.com
Luis Noé Ochoa
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