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Made in USA

El Gobierno colombiano ha fracasado en impedir que sus ciudadanos suministren a los gringos las drogas que piden.

Lucy Nieto de Samper
En la década de los 60, Colombia era un país zanahorio en relación con el cultivo de drogas ilícitas. Pero en el 2016, según informe de la ONU, Colombia resultó ser el primer productor mundial de cocaína. Luego poco ha servido la costosa campaña antidroga impuesta desde siempre por USA, a base de fumigar los cultivos con glifosato. Y el liderato internacional de mandatarios colombianos, en busca de frenar el gigantesco incremento del narcotráfico, tampoco ha dado resultados. Ese fantástico negocio de poderosos capos, que destruye la vida de millones de personas y ha corrompido a escala mundial todos los estratos de la pirámide social, sigue viento en popa.
En Colombia, en los años 60, la marihuana la utilizaban las comunidades indígenas y talvez algunos vates. Hasta que cayeron por aquí excombatientes gringos que en la guerra del Vietnam se habían aficionado a la yerba, buscaban tierra para sembrarla. Las tierras las encontraron y comenzaron a sembrar. En el país se despertó el interés por la yerba, y su cultivo se fue multiplicando. En ese proceso, jóvenes colombianos conocieron la marihuana y aprendieron a fumarla. La yerba entró de lleno en los círculos juveniles y el consumo se consagró y se excedió. Con un médico de la familia visité entonces un centro de desintoxicación y fue doloroso encontrar a tanto joven embrutecido por efecto de la marihuana.
En su libro 'La historia de cómo el narcotráfico destruyó la paz de Colombia', el profesor de la U. de California James D. Henderson escribe: “La guerra de Vietnam contribuyó... al surgimiento de la cultura de la droga en EE. UU. ... y el Gobierno norteamericano ha sido incapaz de impedir que sus ciudadanos consuman sustancias proscritas.
El Gobierno colombiano ha fracasado en impedir que sus ciudadanos suministren a los gringos las drogas que piden. Sin advertirlo, agencias de EE. UU ayudaron a que Colombia se convirtiera en el principal exportador de marihuana en América Latina... Felizmente, para los traficantes gringos y colombianos, ninguno de sus gobiernos fue consciente del alcance de sus actividades, ni sospecharon sus implicaciones... El joven reformador Luis Carlos Galán fue quien denunció las grandes mafias: contrabandistas de mercancías y de esmeraldas, traficantes de droga... Los colombianos lo escucharon con indiferencia, garantizando así que la cocaína tuviera tiempo de consolidarse”.
Germán Castro, en su libro 'Nuestra guerra ajena', cuenta cómo nació aquí el narcotráfico y a qué más vinieron los gringos. Más tarde, por la codicia del peor de los criminales, Pablo Escobar, y de otros delincuentes, como Lehder, Rodríguez Gacha, los Rodríguez Orejuelas, los Ochoa, etc., el país cayó en el negocio de las drogas ilícitas y se convirtió en el paraíso mundial de la droga y del narcotráfico. Entre tanto, USA, el mayor consumidor de droga en el mundo, pasó a ser el primer productor mundial de marihuana.
Para sembrar coca, han derribado millones de hectáreas de bosques. Las toneladas de droga que produce Colombia se exportan a todos los continentes y el dinero les llueve a los narcos como maná en los tiempos bíblicos. La corrupción es una tragedia nacional. A todo esto se debe sumar el preocupante informe del director de Planeación Nacional, Simón Gaviria, sobre microtráfico, negocio que en el 2015 movió 6 billones de pesos y satisfizo el vicio de 1’500.000 consumidores.
El narcomenudeo, mina de oro que multiplica el poder de los narcos, empiezan a atacarlo las autoridades. La narcotización del pueblo colombiano hay que frenarla a toda costa.
Lucy Nieto de Samper
lucynieto@gmail.com
Lucy Nieto de Samper
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