¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

El peor vecino

El muro es obra en marcha. Ya tiene 1.100 kilómetros, otros 1.900 harían realidad el sueño de Trump.

Heriberto Fiorillo
Cuando, en febrero del 2015, el director de cine mexicano Alejandro González Iñárritu ganó cuatro premios Óscar, Donald Trump opinó: “México tuvo una gran noche. Y, cómo no, si está acostumbrada, más que ninguna otra nación, a arrebatarnos lo nuestro”.
Y luego añadió: “En este país, ya sabes, todo esto que pasa es ridículo. (Y sobre González, en el escenario). No paraba de subir y subir. ¿Se va a llevar todo el oro? ¿Tan buena es la película? Yo no he escuchado eso”.
La andanada de Trump contra los mexicanos no se detendría. El 6 de marzo de ese mismo año, el magnate dijo: “No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafarnos”. Dos meses después: “México no se aprovechará más de nosotros. No tendrán más la frontera abierta. Soy el más grande constructor del mundo y les voy a levantar el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México”.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, comentó entonces que ese tipo de lenguaje había causado penurias en la historia de la humanidad y era la forma en que hablaban Mussolini y Hitler.
Pero el muro es obra en marcha. Ya tiene 1.100 km de longitud y solo bastarán otros 1.900 para hacer realidad el sueño de Trump, que añadía en junio de ese mismo año: “Cuando México nos manda gente, no nos manda a los mejores. Nos manda gente con un montón de problemas, que nos traen drogas, crimen, violadores”. Y “los mayores proveedores de heroína, cocaína y otras drogas ilícitas son los carteles mexicanos, que contratan inmigrantes mexicanos para que crucen la frontera traficando droga”.
A pesar de esas declaraciones, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, invitó hace poco a Donald Trump a su país. Le estaba dando, según él, una oportunidad al diálogo, a la diplomacia.
Con un escaso 23 por ciento de aprobación entre los mexicanos, en medio de escándalos de corrupción e impunidad y acusado de haber plagiado su tesis universitaria, Peña Nieto decidió mirar al otro lado del muro, sacar de México sus preocupaciones e inmiscuirse en la política norteamericana, cursando invitaciones a Hillary Clinton y a Donald Trump.
Se dijo en su defensa que Peña Nieto había invitado a Trump más por protocolo que por convicción. Que su deseo era conversar con Hillary, pero que un Trump de capa caída entre los electores de su país había agarrado al vuelo su invitación, concretándola en seguida.
Peña Nieto se habría visto así, sin razón alguna y ante el desconcierto del mundo, obligado a dar tratamiento de primer mandatario a uno de los hombres más odiados en México, una movida nada presidencial que cayó por sorpresa en su propio despacho.
La mayoría de los mexicanos y buena parte del mundo esperaban que Trump se disculpara por lo que había dicho y no insistiera en la idea del muro. Pero qué va. Durante el tiempo de su visita, el magnate de cabello naranja no rectificó ninguna de sus frases de oprobio.
De contentillo, el presidente mexicano reclamó haber logrado cambiarle el “tono” al candidato republicano. Un “tono” que este recuperó un día después en Arizona, cuando expresó: “México no lo sabe aún, pero pagará el muro al 100 por ciento”.
En ‘El País’, el cineasta Alejandro González Iñárritu, con otros tres premios Óscar sumados este año a su haber, calificó de traición el papel de Peña Nieto frente a Trump por “avalar y oficializar a quien nos ha insultado, escupido y amenazado por más de un año ante el mundo. Por carecer de dignidad y fortalecer así una campaña política de odio hacia nosotros, hacia media humanidad y hacia las minorías más vulnerables del planeta”.
Por su política absurda y servil de buen vecino.
HERIBERTO FIORILLO
Heriberto Fiorillo
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción