¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

¿Ciudades sostenibles? ¡Mamolas!

“Lo urbano sin su entorno rural no es pensable en términos de territorio sostenible”.

Héctor Pineda
Este miércoles, después de reflexionar, decidí concurrir al conversatorio organizado por el FNA (Foro Nacional Ambiental), seducido por el título de ‘ciudades sostenibles en el posconflicto en Colombia: Cartagena, Bogotá, Medellín, Bucaramanga’, en el marco de la presentación del libro con el mismo título, agenciado por la agencia de cooperación alemana Fescol y, por supuesto, por la pluralidad de los participantes, Gerardo Ardila, exsecretario de Planeación de Bogotá en la administración Petro, el exministro del Medio Ambiente Manuel Rodríguez Becerra, Roberto Lippi, de ONU Hábitat, y el ministro del posconflicto, Rafael Pardo, quien se excusó.
La conversación resultó animada. Varias afirmaciones fuertes provocaron las reflexiones de los asistentes. Por ejemplo, se dijo que “la primera víctima de la guerra había sido el proceso de descentralización y por ello se reclama la urgencia, durante el posconflicto, de rescatar la armonía entre las distintas capas normativas (a veces contradictorias) del ordenamiento territorial, la tendencia autonómica local y las escalas de orden territorial de la Carta Política”.
En ese instante recordé que, además de los ocho millones de víctimas (muchas de ellas asentadas en cordones de miseria urbanos), también la primera afectada con la guerra fue la Carta Política del 91, que empezaron a desbaratar desde todas las orillas y, ahora en el posconflicto, por los anuncios de enmienda mediante el procedimiento ‘fast track’, pareciera que será la primera víctima que dejará el acuerdo del final de la guerra con las Farc, me dije en silencio anotando en mi libreta de apuntes.
Se dijo igualmente que la “nueva agenda urbana” no se encontraba en la letra de los acuerdos de paz, pero que seguramente al finalizar la guerra, abre el espacio de oportunidad para reflexionar sobre el orden territorial en el nuevo enfoque de desarrollo urbano (humano), contrario al modelo expansionista y segregacionista imperante, ante los nuevos retos que impone el orden del territorio en el ámbito del impacto del fenómeno planetario del cambio climático (“caos climático”) y de huella ambiental.
En fin, se dijo que el posconflicto, más allá de la letra del acuerdo con las Farc, era la oportunidad de reflexionar lo urbano en construcción de paz, ya que el impacto de oleadas migratorias (sin contar las de la crisis venezolana) se prevé muy bajo por el propuesta de Aldeas de la Paz, en el enfoque de las Farc en la construcción de su propia cohesión, proyecto político y de reinserción productiva.

Se dijo que el posconflicto, más allá de la letra del acuerdo con las Farc, era la oportunidad de reflexionar lo urbano en construcción de paz

Así, pues, “lo urbano sin su entorno rural no es pensable en términos de territorio sostenible”. Lo dijo con vehemencia el exministro Rodríguez Becerra. Agregó: “El modelo y sistema productivo tremendamente primitivo, basado en extractivismo, se replica en las ciudades que son extrativistas del territorio nacional, en lo que para las élites solo importa la ganancia que se amasa destruyendo la naturaleza y los ecosistemas vitales”. Finalmente, después de criticar a las voces nacionales que se han atravesado a los procesos locales antiminería (choque popular contra la ‘locomotora’), señaló que “el principal problema es haber dejado que las ciudades la construyan los constructores, con la precaria participación del actor público y de la ciudadanía”.
La voz de ONU Hábitat, de manera provocadora, señaló que allá (en Italia) se tenía claro el concepto de territorio que por acá es caótico. Desde el auditorio, recordaron que hablar de “ciudades sostenibles”, de acuerdo con los indicadores de las cuatro ciudades estudiadas, parecía más un asunto de “marca ciudad” que cambios sustanciales del modelo. Se dijo que se repensaría el título para la segunda edición. Mi sugerencia respetuosa: ¿Ciudades sostenibles? ¡Mamolas!
HÉCTOR PINEDA
Héctor Pineda
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción