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Todos los ciudadanos merecen atención

Ha sido muy lento el reconocimiento de los niños como ciudadanos de pleno derecho.

Es usual referirse a los niños como los ciudadanos del mañana, los futuros gobernantes, científicos, empresarios... pero no como los que ya tienen una vida hoy y cumplen unos roles fundamentales en el presente.
La manera como las sociedades conciben la infancia ha sido muy diferente a lo largo de la historia. En la época medieval, los pequeños eran solamente pequeños de tamaño, pues en todo lo demás eran tratados como adultos: desde que podían hablar un poco y moverse solos comenzaban a hacer trabajos domésticos, y ya a los cinco o seis años eran incorporados a las faenas del campo o a las actividades productivas. Tal como les sucede hoy a millones de niños en el mundo y a miles de ellos en Colombia.
Apenas en el siglo XVII, como lo describe minuciosamente Philippe Ariès, se comienza a transformar el sentimiento por la infancia. En esta época aparecen por primera vez las escuelas infantiles, dedicadas inicialmente al cuidado y la salvaguarda de la inocencia, así como a la instrucción religiosa y las reglas de urbanidad. Mucho después, ya a finales del siglo XVIII, se inicia la instrucción universal en el dominio de la lectura y la escritura y los rudimentos de la aritmética.
Desde entonces hasta nuestros días ha sido muy lento el reconocimiento de los niños como ciudadanos de pleno derecho. Todavía prima en muchos sectores la imagen cándida de esas indefensas criaturas que son bonitas y dulces, pero que pueden estar a cargo de cualquiera, que lo pueden soportar todo en su ignorancia, que hay que hacerles coquitos pero que no entienden cosas serias. Surgen así multitud de programas que explotan el lado tierno e indefenso de los pequeños, pero que en realidad no los toman en serio.

No cualquiera puede ir por ahí haciéndose cargo de los más pequeños asumiendo que como no hablan todavía, o si lo hacen no se les entiende, no vale la pena contratar cuidadores cultos y preparados.

La iniciativa NiñezYA, integrada por numerosas y reconocidas organizaciones, está convocando a los candidatos a la presidencia a un debate el día 23 de abril, para escuchar las inquietudes de niños y niñas venidos de todo el país y tener oportunidad de apreciar qué idea de infancia tienen estos sujetos que pretenden dirigir un país en el cual el 24 por ciento de la población tiene menos de 14 años.
Es importante saber qué tienen en mente para resolver los gravísimos problemas de atención en salud en este grupo poblacional, denunciadas extensamente por la Sociedad Colombiana de Pediatría en una extensa carta dirigida al presidente Santos desde 2015. Antes de ir al debate, los candidatos deberían leer ese documento con atención para que respondan con seriedad y no con generalidades.
También será importante saber qué harán para asegurar que quienes estén a cargo de los niños más pequeños en los jardines públicos y privados sean profesionales certificados y bien remunerados y no solamente personas a quienes les gustan y los quieren mucho, que, sin duda, es una condición necesaria pero no suficiente. No cualquiera puede ir por ahí haciéndose cargo de los más pequeños asumiendo que como no hablan todavía, o si lo hacen no se les entiende, no vale la pena contratar cuidadores cultos y preparados. Desde luego, para quienes hacen de la atención un negocio o cuando el Estado quiere ahorrar es mejor buscar personas de poca preparación y pagar mal. A eso le dicen eficiencia, y es lo que ha hecho Colombia, con un pésimo resultado en el proceso posterior de desarrollo escolar de la primaria. Está claramente demostrado que este es el mejor inicio de la inequidad.
Los temas son muchos y pasan por cultura, ciencia y tecnología, desarrollo físico y deportivo. Sin duda, este será uno de los debates más importantes, y por eso es importante que los invitados asistan. No tendrán que jugar a hablar como niños para impresionar al auditorio. Es mejor que hablen como futuros gobernantes responsables, y todos entenderemos qué puede esperar la cuarta parte de la población del cuatrienio que viene.
FRANCISCO CAJIAO
fcajiao11@gmail.com
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