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¡Y somos muchas!

Lamento tener que recordarles que las mujeres somos parte de este país y no estamos en la sombra.

Florence Thomas
A escasas seis semanas de las elecciones presidenciales, me dirijo a los y las periodistas que preparan y coordinan los foros para recordarles que las mujeres somos el 52 por ciento de la población y, según las estadísticas, votamos en mayor proporción que los hombres. Siento que se les olvida. Me dirán ustedes que solo dos candidatas se inscribieron, que Piedad renunció y Viviane es casi invisible.

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Por lo pronto, en esta columna no me ocuparé de las barreras para el acceso de las mujeres a las candidaturas. Me dirán también que cuatro mujeres forman parte de las ‘fórmulas presidenciales’, repitiendo la eterna historia de grandes mujeres a la sombra de varones ilustres. Lamento tener que recordarles que somos parte de este país y no estamos en la sombra. Siempre hemos estado en la historia y ahora quisiéramos reescribirla con ustedes.
He visto hasta hoy tres debates con los candidatos presidenciales y no les he escuchado a los periodistas una sola pregunta relativa a la vida de las mujeres. Ni una. Para los periodistas no existimos porque suponen que habitamos el mundo como ellos y que tenemos las mismas necesidades, las mismas historias de vida; en fin, los mismos pensamientos.
Recuerdo a una feminista francesa que tituló uno de sus libros así: 'Todos los hombres son iguales', y en letras pequeñas debajo se leía 'incluso las mujeres'. Sé que muchos y muchas no le verían problema a esto porque creen de verdad que somos idénticas a los hombres: la misma humanidad, las mismas vidas, los mismos problemas, los mismos temores al caminar en las calles a las 9 de la noche, las mismas hormonas, y hasta piensan que todas tenemos hoy las mismas oportunidades.

He visto hasta hoy tres debates con los candidatos presidenciales y no les he escuchado a los periodistas una sola pregunta relativa a la vida de las mujeres.

Entonces, ¿para qué hacer preguntas referidas a las mujeres? ¿Para qué indagar sobre propuestas de justicia, salud, trabajo, economía, política, educación, corrupción y seguridad que garanticen los derechos de las mujeres? Que respondan los hombres, y así siguen sosteniendo su poder.
De verdad pensaba que los periodistas y las periodistas habían entendido la importancia de los estudios de género y los aportes de las feministas ante los cambios que el país requiere. Pero hasta ahora parece que no ha sido así. Claro, los candidatos podrían inquietarse por la ausencia de preguntas sobre las mujeres, sus vidas, sus diferencias existenciales, el famoso ‘#YoTambién’, ‘No es hora de callar’, ‘Mi cuerpo es mío y sobre mi cuerpo decido yo’.
Deberían saber que el 20 por ciento del PIB colombiano actual es generado por el trabajo no remunerado de las mujeres, ese trabajo que olvidan con tanta facilidad los hombres, ese trabajo que llamamos hoy la economía del cuidado; una economía que permite que fluya la vida de los hijos, las hijas, los parientes, las citas al pediatra, en la casa, en la fábrica, en la eterna repetición de la cotidianidad que se encuentra en la nevera, en el armario con sábanas y camisas planchadas.
Tampoco se les ocurre preguntar sobre las mujeres en el nuevo Congreso y la razón por la cual no se ha podido lograr ni siquiera el triste 30 por ciento definido como umbral mínimo para empezar a cerrar brechas, y en cambio ese lamentable porcentaje de participación de las mujeres baja al 19 por ciento, cuando la paridad empieza a imponerse en muchos países del mundo. Señores periodistas, señores candidatos, aquí estamos. Y les cuento que hemos decidido votar bien informadas y por nuestros derechos. Y somos muchas.
FLORENCE THOMAS
* Coordinadora del Grupo Mujer y Sociedad
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Florence Thomas
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