¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

El valor de las elecciones

Si les dan la oportunidad, los políticos siempre intentarán manipularlas. El dinero las vicia.

Elecciones: ¿para qué? La pregunta no es novedosa. Pero la supuesta crisis que hoy sufren las democracias del llamado mundo occidental ha motivado a que se repita una y otra vez. La más reciente respuesta al interrogante se encuentra en el libro de Adam Przeworski 'Why Bother With Elections?' (Polity, 2018). Oportuno e interesante ejercicio.
Profesor de la Universidad de Nueva York, Przeworski es uno de los teóricos más notables de la democracia contemporánea. Sus trabajos sobre las relaciones entre la democracia y el mercado han ganado particular notoriedad, y se destacan también sus contribuciones al estudio de temas afines —la representación o el Estado de derecho—. Sobre todo, creo, su obra es sumamente rica, extraordinaria, por sus dimensiones comparativas e históricas.
Mientras que la ciencia política tiende a desentenderse del pasado, los argumentos de Przeworski van acompañados de información global sobre las elecciones en los dos últimos siglos, que muestran una familiaridad excepcional en su disciplina con el trabajo de los historiadores.
Una serie de gráficos, incorporados en su último libro, ilustra muy bien el recorrido electoral en el mundo desde 1800. Ha sido un recorrido a ratos lento, a ratos vertiginoso, y lleno de conquistas que suelen darse por descontadas.

Las elecciones tienen un valor en sí mismas por el hecho de existir. Pero votar no es lo mismo que elegir.

Las elecciones modernas son de invención reciente en la historia de la humanidad. Más reciente aún es el triunfo del sufragio universal —tan solo en 1971, las mujeres suizas adquirieron el derecho a votar en las elecciones federales; los analfabetos fueron excluidos de las urnas en Brasil hasta 1985—. El voto secreto y las elecciones directas apenas se universalizaron desde mediados del siglo XX.
Hay, pues, una primera lección básica, implícita en todo el relato de Przeworski: las elecciones tienen un valor en sí mismas por el hecho de existir.
Pero votar no es lo mismo que elegir. Los sistemas hegemónicos utilizan el voto, como Przeworski anota, para “intimidar” en vez de hacerlo para seleccionar a sus gobernantes. Y lo que le interesa a Przeworski son las elecciones —es decir, aquellas instancias en las cuales es posible la competencia y el ciudadano tiene ante sí opciones—.
Aquí la cosa se complica. Przeworski no les huye a las complicaciones. Por el contrario, agarra el toro por los cuernos. Es una embestida que deja a las elecciones casi desnudas, franca y realista, sin motivar el cinismo.
Las elecciones no son criaturas “hermosas”. Si les dan la oportunidad, los políticos siempre intentarán manipularlas. El dinero las vicia. Las desigualdades económicas afectan seriamente los niveles de competitividad política. El poder individual del votante (distinto del electorado como colectividad) es ínfimo. El poder de las elecciones de transformar las sociedades es limitado.
Frente a este listado de males, la tentación de tirar la toalla puede ser alta. Przeworski nos invita a perseverar en la defensa de las elecciones. Sigue siendo el mejor sistema de seleccionar a quienes nos gobiernan frente a las alternativas. Históricamente, las democracias han producido mayor bienestar, aunque persiste en ellas el gran interrogante sobre la desigualdad. Los sistemas de sorteo no solucionan el problema de la representación.
A pesar de sus limitaciones, las elecciones sirven “para procesar conflictos en paz en sociedades intensamente divididas”. He aquí todo su profundo valor.
Reconocer tales limitaciones sirve para dejar de exigirles lo imposible a las elecciones. En ese reconocimiento se encuentran las bases del reformismo. Y por ello, el libro de Adam Przeworski convierte la teoría en una “guía útil para la acción política”.
EDUARDO POSADA CARBÓ
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción