¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Parábola de unas elecciones tristes

La casa está más descuidada que nunca, nadie quiere hacer el aseo y el patio está en abandono.

Había una vez cinco hermanos que heredaron un capital para restaurar la casa grande donde vivían, cada uno con su familia. Digamos que se llamaban Antonio, Pedro, Lucas, Juan y Tomás.
Antonio dijo que lo más importante era cuidar el capital para que no se lo robaran, y que lo mejor para eso era ponerlo a rentar en fiducias; y que podían conseguir más platica si vendían la mitad del patio, el antejardín y uno de los cuartos de arriba, el que permanecía desocupado desde la muerte de la abuela. Que él mismo se encargaría de administrar esa platica y promovería un frente de seguridad en el barrio, le metería plata a la estación de policía y ampliaría la cárcel.
Lucas fue enfático en oponerse a vender nada; dijo que podrían arrendar los patios, pero que la prioridad era comenzar a estudiar cómo rehacer la casa de la mejor manera para que todos tuvieran un buen lugar para vivir equitativamente, que todos recibieran luz del día y aire, que cada hogar podría ser independiente y en los patios podrían hacer proyectos de agricultura con algunos préstamos.
Pedro y su familia se plantaron en que lo más importante era el bienestar de todos por igual, pero que había que guardar parte de ese dinero para imprevistos; y que sin duda había que invertir en el vecindario porque se estaba deteriorando. Quería invertir el dinero primordialmente en un proyecto de energías renovables, que incluso daría excedentes para vender a barrios vecinos. La restauración de la casa se haría a largo plazo.

Nada se solucionó ese día. Todavía las familias se miran con recelo a la hora de la cena y tratan de comer por turnos.

Tomás ni siquiera hizo una propuesta. Para Tomás, lo más sensato era que solo él tuviera el control de los recursos de la abuela porque era el único con experiencia en hacer casas, que nadie podía olvidar cuando echó la plancha para el tercer piso.
Y a Juan le parecía que lo mejor era hacer un banco de propuestas y votar por cada una a favor o en contra. Y que invertiría la platica en las propuestas aprobadas.
Pero a Juan todos se le fueron encima porque cada uno solo creía que su propia propuesta; así que por ninguna razón promoverían votar por propuestas separadas. Y como nadie daba su brazo a torcer convocaron a elecciones en la casa para que todos los integrantes de los hogares votaran.
Lucas y Juan dijeron que unas elecciones eran injustas porque Tomás, Antonio y Pedro tenían familias numerosas y que de esa manera ellos no podrían influir de ninguna manera en cómo gastarse la platica de la herencia para el bien de todos.
Decidieron convocar a las familias para que les ayudaran a decidir. La mujer de Antonio dijo que la propuesta de su marido era la mejor y terminó agarrada de las mechas con las esposas de Pedro y Tomás, mientras la mujer de Lucas trataba de separarlas y la mujer de Juan se llevaba a los niños pa’ la otra pieza.
Nada se solucionó ese día. Todavía las familias se miran con recelo a la hora de la cena y tratan de comer por turnos. Y la casa está más descuidada que nunca, nadie quiere hacer el aseo y el patio está en completo abandono.
La esposa de Juan le pidió consejo a una vecina de otro barrio, una europea que tuvo el mismo problema hace muchos años y hoy en día viven felices más de siete familias en una casa hermosa. La doña le dijo que lo mejor eran las elecciones, pero que quien ganara se comprometiera a hacer lo mejor de las otras propuestas. Que así lo hizo ella y todo funciona de maravilla.
–No creo que eso pase en mi casa –dijo la esposa de Lucas–, porque esos 3 son tan egoístas, megalómanos, soberbios y cejijuntos que solo creen en ellos.
“Estamos jodidas”, murmuró como para sí misma.
CRISTIAN VALENCIA
cristianovalencia@gmail.com
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción