¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Dos o tres Colombias

Seguimos en una sociedad polarizada, imposible de integrar.

No existe la Colombia unificada. Nunca existió. Y ahora, tal como van las cosas, para las elecciones presidenciales de la segunda vuelta, nos veremos abocados a la terrible decisión de escoger entre un candidato que representa la autoritaria, regresiva y amenazante derecha colombiana, y otro que representa la autoritaria, despistada y amenazante izquierda surrealista. De acuerdo con las encuestas recientes, tanto Petro como Duque Uribe o ‘Uribe-Duque’ reciben cerca de una cuarta parte de las intenciones de voto.
Falta mucho para ese día fatal. Se dice que las elecciones de este domingo pueden determinar alianzas, reagrupaciones para llegar a la primera vuelta de las presidenciales de una manera menos dispersa y más coherente. La confrontación entre una aparente izquierda radical de Petro y una ensimismada derecha extrema de Duque no le conviene a Colombia. Especialmente, porque ambos bandos, en mayor grado que los demás grupos políticos en contienda, parecen mentir más, exagerar más, engañar más en sus campañas. El terror es parte de la estrategia utilizada. Magnifican la maldad del contrario de tal manera que obnubilan el razonamiento, no dejan opciones distintas.
Unos irán asustados a las urnas para librarse del chavismo y otra Venezuela. Otros, también con susto, votarán por el contrario, con la idea de evitar más violaciones de derechos humanos, asesinatos de líderes, corrupción y destrucción de las instituciones. Es posible que haya mucho de cierto en ese mar de los Sargazos, que son los trinos, los Facebook, los Instagram, y las otras linduras de las redes, que siempre acompañan los chismes y rumores malintencionados. Lo malo es que siempre es difícil comprobar todo objetivamente y distinguir lo real de la ficción. Pero, me niego a aceptar que voy a tener que votar entre dos males.

Entre las dos posiciones extremas de una izquierda surrealista y una extrema derecha más provinciana que universal se encuentran otros grupos políticos que pueden darnos una alternativa.

Seguimos en una sociedad polarizada, imposible de integrar. Los que hablan de “la Patria” como una unidad solo nos engañan hipócritamente con un espejismo: el paraíso idílico de la armonía entre clases, castas, razas, religiones regiones e ideas no ha dejado de ser la manipulación de los que dominan y se imponen sobre el resto de los ciudadanos o pretenden hacerlo. Lo político ha sido peor: españoles y criollos, centralistas y federalistas, liberales y conservadores, y capitalistas y socialistas.
Sin embargo, el panorama nacional muestra una interesante variación. Entre las dos posiciones extremas de una izquierda surrealista y una extrema derecha más provinciana que universal se encuentran otros grupos políticos que pueden darnos una alternativa.
Están De la Calle, Fajardo, hasta Vargas Lleras (si uno exagera), incluso Marta Lucía (cuando despierte del guayabo de la consulta amarrada en la que la metieron), y otros candidatos independientes. No es un llamado a una tercera vía ni a una intención de política de centro, puesto que esos candidatos y los que los rodean tienen posiciones de izquierda y de derecha, pero bajo principios democráticos. Pero, ninguno de estos candidatos tiene hoy la fuerza para llegar a una segunda vuelta presidencial.
Tengo la esperanza de que los resultados de las elecciones del domingo podrían empujar a esos candidatos no extremos a buscar algún tipo de unión o de asocio. Un acuerdo que nos dé la alternativa de no votar por los que nos llevan al borde del abismo.
Desafortunadamente, este deseo es otro espejismo. Seguramente los del medio se aliarán con un extremo. Hace tiempo que esos políticos nos hubieran dado esa posibilidad, una que no nos hubiera llevado a escoger entre dos locuras. Es difícil saber por quién votar, pero no lo haré ni por Petro ni por Uribe.
CARLOS CASTILLO CARDONA
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO

Más de Redacción