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El ajuste económico no ha concluido

Es increíble que, hasta el momento, la economía se ajustara sin repetir la historia de 1998/1999.

El choque que impactó la economía colombiana entre el último trimestre del 2014 y mediados del 2016, por la abrupta caída del precio internacional del petróleo, fue realmente violento. Es increíble que, hasta el momento, la economía se hubiera ajustado sin repetir la historia de 1998/1999.
No es una exageración. Un ejercicio sencillo, consistente en sumar los déficits –el de la cuenta corriente de la balanza de pagos y el fiscal, los ‘déficits gemelos’– señala que, a tiempo que en el 2013 esa suma era equivalente al 5,6 por ciento del PIB, en el 2015 se había elevado a 9,5 por ciento, cuatro puntos más. Un nivel similar al del mismo indicador en 1998, cuando estalló la ‘crisis de fin de siglo’.
Los ‘déficits gemelos’ proveen una medida de las necesidades de financiación externa (en el caso del déficit de la balanza de pagos) y externa e interna (en el del déficit interno). Es bien sabido que en 1998 se ‘cerró’ el crédito externo para Colombia después de la crisis asiática y la moratoria de la deuda rusa, lo cual obligó a que el sector privado se contrajera violentamente, cortando de raíz las importaciones, de tal manera que de un año a otro el déficit externo se convirtió en un pequeño superávit. El PIB cayó 4,3 por ciento en 1999.

Hubo un gran exceso de gasto con respecto a los ingresos, que no ha terminado de corregirse, y el fenómeno no es transitorio sino permanente 

La diferencia con lo ocurrido recientemente es que la liquidez mundial ha sido muy abundante por las políticas monetarias adoptadas por el Banco de la Reserva Federal en los Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo después de la crisis 2007/2009, y las tasas de interés internacionales muy bajas. El flujo de capitales hacia el resto del mundo fue cuantioso, y países como Colombia se volvieron atractivos para la inversión extranjera. Por lo mismo, en el 2015 se pudo financiar un déficit de la balanza de pagos de 6,4 por ciento del PIB, que, por fortuna, se redujo en 2 por ciento en el 2016. En el primer trimestre del presente año, la inversión foránea de portafolio continuó, de tal manera que los extranjeros tenían en su poder el 36 por ciento de la deuda pública interna en pesos.
Para lograr esa financiación ha sido clave que la deuda del Gobierno mantuviera el ‘grado de inversión’ otorgado por las agencias calificadoras de riesgo, que tranquiliza a los inversionistas del exterior y reduce el costo de la deuda. Pero, claro, el endeudamiento público externo se ha incrementado; medido como proporción del producto, pasó de 8,9 por ciento en el 2013 a 15,7 por ciento en el 2016. Y el problema es que la deuda no solo cuesta, sino que hay que pagarla, por lo cual no puede seguir indefinidamente de para arriba.
De ahí la importancia de los conceptos de las agencias sobre el futuro cercano de la economía colombiana, como el emitido por Fitch Ratings hace diez días y que algunos expertos despreciaron. Opinión que además condujo a que el Ministerio de Hacienda recortara en 0,5 por ciento del PIB el gasto para el año próximo, incorporado en el proyecto de presupuesto que el Gobierno deberá presentar al Congreso en la nueva legislatura.
* * * *
Es sabido y sentido que la economía colombiana está creciendo muy lentamente y que la cifra final del año va a ser más cercana a 1,5 que al 2 por ciento. Y, aunque pasamos con éxito una parte muy dura del ajuste a las nuevas circunstancias, el tamaño de los ‘déficits gemelos’ señala que hubo un gran exceso de gasto con respecto a los ingresos, que no ha terminado de corregirse, y que el fenómeno no es transitorio sino permanente. Entonces, nos toca vivir de acuerdo con nuestras posibilidades y gastar menos. Lo cual implica bajos ritmos de crecimiento futuros.
La economía colombiana ha entrado en un ciclo de lento crecimiento económico que puede prolongarse por varios años. Es algo que deben tener en cuenta tanto el Gobierno como los precandidatos presidenciales.
CARLOS CABALLERO ARGÁEZ
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