¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Medio Oriente

Siria: 7 años de guerra en la que se pasaron todas las líneas rojas

Solo esta semana más de 90 niños sirios murieron y otros tantos resultaron heridos en los ataques perpetrados por el régimen de Al Asad en la región Guta Oriental.

Solo esta semana más de 90 niños sirios murieron y otros tantos resultaron heridos en los ataques perpetrados por el régimen de Al Asad en la región Guta Oriental.

Foto:Amer Almohibany / AFP

Bashar al Asad ha aniquilado a sus opositores llevándose por delante a civiles e inocentes.

Juan Carlos Rojas
Siete años después, la escena es la misma: decenas de niños son rescatados diariamente de los escombros que dejan los bombardeos del régimen de Bashar al Asad en los enclaves opositores en Siria, algo que deja entrever que esa guerra no acabará pronto y que la comunidad internacional se ha quedado corta en encontrar una solución al conflicto que arrancó el 15 de marzo del 2011.
Entre las acciones indiscriminadas del régimen sirio –que según analistas han sobrepasado “todas las líneas rojas”– hay desde ataques con armas químicas hasta la destrucción de escuelas y hospitales.
De hecho, esta semana la región de Guta Oriental, el principal bastión opositor de las afueras de la capital Damasco, ha sufrido bombardeos por parte de fuerzas progubernamentales, que, de acuerdo al recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, han dejado más de 400 muertos (entre ellos 96 niños) y al menos 2.116 heridos.
Esa cifra se suma al balance de la guerra siria: más de 470.000 fallecidos, al menos seis millones de desplazados internos y más cinco millones de refugiados por el mundo.

Más de 470.000 fallecidos, al menos seis millones de desplazados internos y más cinco millones de refugiados por el mundo

Lo más preocupante, según expertos, es que no se vislumbra el fin del conflicto y que tanto el régimen de Al Asad como los grupos de oposición pueden aguantar mientras tengan el apoyo financiero y político de otros países.
En esta guerra, los actores claves del lado sirio han sido Irán, la milicia libanesa de Hezbolá, Rusia y China. Por su parte, los diferentes grupos rebeldes han sido apoyados por Turquía, EE. UU. Arabia Saudí, Israel, Jordania y Emiratos Árabes Unidos.
“Hay una anestesia moral, un cansancio con la guerra y una incomprensión de la complejidad del escenario sirio, de entender quién es quién, quién merece ser apoyado y quién puede dar una solución”, afirma en diálogo con EL TIEMPO Haizam Amirah Fernández, investigador principal sobre el Mediterráneo y el mundo árabe del Real Instituto Elcano.

Sin ningún acuerdo

Con los bombardeos a Guta Oriental, Francia y Alemania pidieron el viernes pasado a Rusia que apoyara una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre una tregua de 30 días en Siria, en un nuevo intento por alcanzar un acuerdo, por lo menos temporal.
Pero en el pasado, iniciativas como esta han sido bloqueadas por Moscú y Pekín, las treguas se han roto con facilidad y los intentos de llegar a un acuerdo de paz en Ginebra (Suiza) y Astaná (Kazajistán) han fracasado.
Por eso, hay quienes creen que los líderes mundiales y, en especial, la ONU han fallado. “Lo que Siria demuestra son las limitaciones del sistema internacional y de aquellas instituciones que deben velar por la paz y la seguridad internacional, principalmente la misión de la ONU (...). Hay una ausencia de una visión clara a largo plazo de qué es lo que está en juego”, asegura Amirah Fernández.

Lo que Siria demuestra son las limitaciones del sistema internacional y de aquellas instituciones que deben velar por la paz y la seguridad internacional

“No hay un frente global que ponga presión para detener la violencia en Siria. Todo el esfuerzo ha sido fragmentado en varias acciones y la mayoría de las intervenciones han sido militares con el objetivo de conseguir áreas de influencia en el país”, afirma a este diario Imad Salamey, director del Instituto de Justicia Social y Resolución de Conflicto de la Universidad Libanesa Americana de Beirut.
Para que la guerra llegue a un fin, los analistas hablan de distintas posibilidades. La primera, afirma Salamey, llegar a “un acuerdo político que satisfaga a todos los segmentos de la población siria. De lo contrario, los grupos opositores seguirán teniendo argumentos para recibir ayuda”.
La segunda, una fuerte presión internacional, a través de sanciones financieras y políticas. Por ahora, agrega el experto, “las partes sienten que han sido mucho más apoyadas, de lo que han sido castigadas”.
La tercera, apunta a una partición del territorio entre los grupos rebeldes. Wa’el N. Alzayat, director de Emgage y experto en política de Oriente Próximo, señala que “de manera informal, ya hay partes del territorio sirio bajo control del régimen, de los kurdos, de la oposición árabe y de EE. UU. y que seguramente se mantendrá así por un tiempo”.
Sin embargo, la opción de una partición podría representar un peligro. “El riesgo de abrir la caja de los truenos de Estados de Oriente Medio es que se pueda extender esa tendencia. ¿Cómo se dividen los nuevos territorios? Por la pureza étnica. Entonces, sería devastador para Oriente Próximo un terreno kurdo con su Estado y los alauitas y los suníes con otro. Sería la descomposición de toda la región”, señala Amirah Fernández.
Y, por último, algunos hablan de una intervención militar, una idea que trae consigo el fantasma de lo que fue la intervención en Irak.
Los expertos advierten que la guerra tendrá consecuencias negativas a largo plazo, como el cuestionamiento del sistema internacional, la falta de credibilidad en la seguridad colectiva, el riesgo de inestabilidad para los refugiados sirios y la posible radicalización ante la falta de respuestas.
Por eso, Amirah Fernández insiste en que la comunidad internacional necesita entender que “lo que pasa en Siria no solo queda en Siria”. Por ahora, el régimen sigue fuerte y, como señala Alzayat, mantendrá su estrategia de atacar “las áreas de la oposición hasta que desaparezcan o hasta que los rebeldes se rindan”.
SANDRA RAMÍREZ CARREÑO
Subeditora Internacional
En Twitter: @esalgosimple
Juan Carlos Rojas
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO