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Delitos

Las pistas que llevaron hasta banda que mató al médico Fabián Herrera

John Fredy Pérez Bustos, Estefanía Rodríguez y Laura Maritza Nieto, tres de los cuatro capturados por muerte del médico.

John Fredy Pérez Bustos, Estefanía Rodríguez y Laura Maritza Nieto, tres de los cuatro capturados por muerte del médico.

Foto:Néstor Gómez / EL TIEMPO

Cuatro miembros de esa estructura criminal fueron capturados. Guardián del Inpec figura entre ellos.

Durante ocho meses, con nueve investigadores que se infiltraron como clientes de las zonas de rumba de Bogotá, el Gaula de la Policía realizó un trabajo de investigación silencioso que llevó, esta semana, a la captura de algunos de los responsables de uno de los crímenes que más sacudieron al país el año pasado: el secuestro y homicidio del joven médico Fabián Herrera Merchán.
Este viernes culminó la judicialización de los primeros cuatro implicados en el crimen: Laura Maritza Nieto Orjuela, Edwin Alberto Gutiérrez Rodríguez, Estefanía Rodríguez Tejada y John Fredy Pérez Bustos. A Pérez, increíblemente, el juez lo mandó a casa por cárcel. Los otros tres fueron enviados a las cárceles Modelo y Buen Pastor de Bogotá.
El neurocirujano de 28 años fue hallado muerto cuatro días después de que sus familiares –el 30 de mayo del 2017– lo reportaron como desaparecido. A las 5 de la mañana, luego de que Fabián no apareció, sus allegados empezaron a bloquear sus tarjetas de banco. En ese mismo momento empezaron a mover por redes sociales una cadena de solidaridad para ubicar al médico, que se había ido de fiesta con sus compañeros la noche anterior y jamás regresaría a casa.
Sus colegas, con quien estuvo celebrando la terminación de una especialización en una discoteca de la Zona T, en el norte de la ciudad, contaron que Fabián decidió irse para la casa y salió con algunos tragos encima, pero en sus cinco sentidos, a buscar un Uber que lo llevara a su residencia. Sin embargo, dos horas después un familiar encendió la alarma porque el médico no aparecía y su celular sonaba apagado.
Con testimonios y videos de seguridad se logró determinar que Herrera Merchán caminó cuatro cuadras antes de abordar un vehículo. Pero no era su transporte, sino un taxi dedicado al delito del paseo millonario.
El análisis de las imágenes llevó a las autoridades a reconstruir sus pasos: caminó hacia el sur, cruzó por la calle 83 hacia la carrera 13, en donde fue abordado por dos hombres. “Algo le ofrecieron, y no prestó atención”, dijo uno de los investigadores. Allí tomó hacia el norte. Y en la esquina de la calle 84 se aproximó a él Laura Maritza Nieto, quien lo tomó del brazo. Estuvo unos cinco minutos hablando con ella en la esquina, y fue entonces cuando retomó su caminata hacia la calle 85. Para ese momento ya eran dos mujeres las acompañantes. Lo último que se ve en los videos es que hizo una llamada telefónica mientras Laura Maritza parecía abrazarlo. En ese momento las mujeres le pasaron un vaso con trago que aparentemente ellas también bebían.
El rastreo de esa llamada estableció que a la 1:35 de la madrugada el galeno solicitó el servicio de un Uber. Antes de que el vehículo apareciera llegó a ese lugar un taxi, al cual se subieron Herrera y sus acompañantes. El aparato celular fue apagado.
Horas más tarde, la señal del GPS lo situaba en el sector de Usme, unos 30 kilómetros al sur de la zona de rumba. Por ese sector, muy cerca del barrio Compostela III, se desplegó el rastreo. Cuando los policías del Gaula llegaron a la zona, la señal se desapareció.
El viernes siguiente se supo del impactante desenlace: al borde de una zona boscosa, en la calle 81 sur entre carreras 11 y 12, un habitante de un barrio cercano descubrió el cadáver, cubierto por costales plásticos de pies a cabeza.
El resultado de la necropsia realizada por Medicina Legal determinó que Fabián fue víctima de la modalidad de hurto con una droga denominada clonazepam. Es un antidepresivo que, mezclado con el alcohol que había ingerido, produjo resultados mortales. “Se trató de una muerte violenta, tipo homicidio”, dijo el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés.
Esa misma semana el celular volvió a ser activado, pero en uno de los sitios donde venden aparatos robados: en la calle 13 con Caracas. El aparato recuperado fue clave en la investigación, pues aparecieron números que no estaban entre los contactos del médico y que resultaron ser de allegados de los delincuentes.
Más importante aún, se recuperaron llamadas realizadas desde el mismo celular con las que pretendían cobrar rescate por el médico, aun sabiendo que ya estaba muerto. “Si denuncian o se ponen a rastrear esta llamada, aténganse a las consecuencias. Habrá bala”, se escucha en una de ellas.
Los investigadores empezaron a seguir a Laura Maritza y a su cómplice, Estefanía Rodríguez, porque las primeras pistas las comprometían. En su casa pasó sus últimas horas el médico Herrera.
Con todos estos elementos se empezaron a juntar las piezas de la investigación, a lo que se sumaron los testimonios de otras víctimas. Entre ellos, dos estudiantes universitarios y un ciudadano noruego.
“Es una casa de familia porque al fondo escuché voces de niños”, contó uno de los atracados por la banda.
Otro relató cómo fue abordado en la zona T y luego, bajo los efectos de la escopolamina, terminó en su propio apartamento con Laura Maritza, Edwin Alberto Gutiérrez y John Fredy Pérez Bustos: “Yo estaba con los ojos abiertos, veía cómo el ‘gordo’ (Gutiérrez Rodríguez) robaba mis cosas, el portátil, el celular, mi dinero, mis relojes, y no podía hacer nada”.
El video de las cámaras de seguridad mostró el rostro de los implicados cuando sacaban de allí los elementos hurtados. “Pérez Bustos salió con una chaqueta de la víctima y otras cosas debajo del brazo”, explicó la fiscal en la audiencia. Pérez Bustos es un guardián del Inpec al que la Fiscalía señala de ser uno de los jefes de la red y quien recibió la detención domiciliaria.
Una fuente cercana a la investigación le dijo a este diario que hay otro funcionario del Inpec involucrado en la banda, en la cual estarían comprometidos tres taxistas. En total, la red está compuesta por al menos 14 personas, y las labores de seguimiento ubican a los investigadores tras la pista de tres que estuvieron en el traslado y posterior abandono del cadáver del médico Herrera Merchán.
Lo que compromete a una pareja con secuestros y extorsiones
La casa de Laura Maritza Nieto, señalada de suministrar el medicamento a Fabián Herrera, fue allanada por el Gaula de la Policía. En la vivienda, dijo la Fiscalía, hallaron elementos que la comprometen. Según la investigación, ella delinquía junto con su esposo, quien abordaba a personas de la comunidad LGBTI y Laura Maritza, a hombres solitarios. Otra víctima contó que entró a un bar de la zona T y fue cuando se acercaron a su mesa el ‘gordo’ (Edwin Gutiérrez) y Laura Maritza, quienes se ganaron su confianza. Al final se quedó dormido, y al despertar descubrió que le habían robado dinero de sus tarjetas y varios objetos de valor.
JUSTICIA
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