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Cortes

Maltrato en batallones del Ejército puede constituir tortura

Los suboficiales ordenaron las torturas porque los soldados tomaron víveres de la guarnición militar.

Los suboficiales ordenaron las torturas porque los soldados tomaron víveres de la guarnición militar.

Foto:Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

Corte Constitucional advierte que castigos que impliquen violencia no son permitidos en el Ejército.

Considerando que los malos tratos no están permitidos en ningún caso en el Ejército, la Corte Suprema de Justicia condenó a ocho años de prisión a dos suboficiales del Ejército que torturaron a varios de sus subalternos porque habían tomado alimentos de la despensa de la guarnición militar en zona rural de Ibagué.
La Sala de Casación Penal de la Corte, que revisó este caso, determinó que los castigos que involucran el maltrato físico y la violencia “no configuran las conductas de ataque al inferior y lesiones personales” y que, además, “el delito de tortura en ningún caso puede considerarse relacionado con el servicio”, justificación que los superiores militares habían llevado a los estrados para excusar sus tratos crueles contra sus subalternos.
Los suboficiales que tendrán que pagar la condena fueron identificados como Pedro Enrique Unda Fiaga y Édgar Mora Trujillo, quienes sometieron a castigos como azotes en las piernas y glúteos, e inmersión en un tanque con agua a los soldados campesinos Ronal Padilla Montoya, James Andrés Lozano Tinjacá y Mauricio Morales Cervera.
Esta tortura, según la investigación, se dio porque el 18 de octubre del 2004, los soldados habían sido señalados por uno de sus compañeros de consumir víveres y una porción de carne que estaba destinada a la unidad militar a la que pertenecían, ubicada en la vereda El Tambo en el Cauca.
Esta fue la razón por la que el comandante de la unidad militar, el entonces sargento Unda Fiaga, acompañado del cabo Mora Trujillo, castigaron a los tres soldados y al centinela Duverney Méndez Camacho, centinela que guardó silencio respecto a los hechos.
La Sala de Casación Penal consideró que Unda y Mora, “lejos de imponer los correctivos que correspondían, según el régimen disciplinario de las Fuerzas Militares, les infligieron dolor a los soldados regulares y sufrimientos físicos”.
El fallo asegura que se les obligó a realizar ejercicios de instrucción militar mientras eran golpeados con varas por cinco reclutas, quienes también terminaron golpeados porque, según los suboficiales, no estaban castigando a los soldados “con la violencia requerida”.
La tortura, dice la sentencia, se extendió por hora y media, en la cual los azotaron en las piernas y les aplicaron estiércol de vaca en las caras.
“La obligación de los soldados de hacer en el piso rollitos por espacio de noventa minutos, mientras eran golpeados con varas o ramas en sus glúteos y piernas por sus demás compañeros, que les causaron incapacidad de quince días, y untadas sus caras de boñiga; para luego hacerlos beber agua salada, comer frijoles crudos, tomar café amargo y sumergirse en un tanque de agua, no son tratos inhumanos o degradantes simplemente, ni acciones correctivas propias de la disciplina militar (…), sino actos de tortura”, dice el fallo.
Para la Corte, la Comisión Interamericana establece que la diferencia entre los tratos inhumanos y la tortura no tiene que ver con el dolor o sufrimiento inflingido a las víctimas, sino a “la duración que haya tenido ese sufrimiento, los efectos físicos y mentales sobre cada víctima y las circunstancias personales”.
La Sala de Casación también rechazó que, en el recurso de casación, el suboficial Unda afirmara que el hecho no constituyó una tortura “por el tipo de agresión, su duración, el carácter de los destinatarios, jóvenes militares campesinos acostumbrados a las duras labores del agro”. Ese argumento, para la Corte, es discriminatorio e inadmisible.
Como en este caso el delito no fue un ataque a un inferior, sino una tortura, la Corte no aceptó la prescripción del caso en contra de los suboficiales.
‘Lejos de imponer los correctivos que correspondían, les infligieron dolor a los soldados regulares’: Corte
JUSTICIA
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