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Las tareas, retos y prioridades para sostener el negocio del café

"Nuestra fundación trabaja de la mano con Slim (Carlos) para que el café sea un anclaje y propicie una razón para decir no al narcotráfico", dijo Clinton en Congreso Mundial Cafetero en Medellín.

"Nuestra fundación trabaja de la mano con Slim (Carlos) para que el café sea un anclaje y propicie una razón para decir no al narcotráfico", dijo Clinton en Congreso Mundial Cafetero en Medellín.

Foto:Javier Nieto Álvarez / EL TIEMPO

Se propone, entre otros, aumentar en cinco centavos precio de la taza para ayudar a agricultores. 

Diana Rincón
SUM:::Director de la OIC señala cuáles son las tareas urgentes. En Foro Mundial,
todos reclaman mayor participación de productores en los beneficios.
Precios bajos, escaso retorno a los productores, así como el cambio climático que amenaza el área que, en todo el mundo, sirve para sembrar el café, son los retos para la Organización Internacional del Café (OIC) y su director ejecutivo, José Dauster Sette.
En el marco del Foro Mundial de Productores de Café, en Medellín, Sette habló con EL TIEMPO sobre esos desafíos.
El expresidente Clinton habló de ponerle atención al café, pero no concentrarse solo en este producto. ¿Cuál es su percepción sobre esa opinión?
Clinton es una figura que tiene mucho que enseñar. Tiene una perspectiva de largo plazo, no está interesado en movimientos de corto plazo. Respeto mucho su posición.
Dentro de los desafíos que tiene el café para seguir vigente, ¿por dónde hay que empezar?
Lo prioritario es la sostenibilidad económica. Los precios actuales no son muy atractivos para muchos productores. Esto puede llevar, en el futuro, a un rezago en el suministro de café. Los otros puntos son de más largo plazo.
¿Cree que el consumo va a tener un aumento, teniendo en cuenta que hay puntos de vista divergentes, entre ellos el de Clinton?
El consumo va bien. Sube a un ritmo de 2 o 2 y medio por ciento al año. En general, podemos considerar que la demanda va bien teniendo en cuenta que se trata de un producto que ya es maduro en el contexto mundial. Mi preocupación está más por el lado de la producción.
¿Qué otras amenazas ve sobre la producción?
Además del cambio climático, el otro aspecto fuerte es el aspecto social. Hay que buscar estrategias para dar más poder a las mujeres y atraer a los jóvenes hacia el cultivo.
¿Cómo solucionar la debilidad de los productores, que reciben la menor parte de lo producido en la cadena?
Tenemos que sensibilizar a la industria sobre la importancia de trabajar junto a los productores. Motivar para que se hagan inversiones que mejoren sus prácticas de cultivo. Promover que se organicen mejor en cooperativas. No desconozco que la industria hace bastante, pero tiene que hacer todavía más.
¿Qué experiencias de Colombia cree que le pueden servir a los demás países?
Quiero resaltar la renovación de los cafetales, que ha impulsado el incremento de la producción y la calidad del producto.
¿Por qué hasta ahora ha sido complejo para la OIC abordar el tema de la sostenibilidad?
La sostenibilidad es un tema que estamos luchando para absorber, por el desequilibrio en la manera en que se trata. Esta complejidad se debe a los tres pilares que tiene: económico, social y ambiental. Si se hace énfasis en uno de los tres, no funciona, pues se necesita un equilibrio. Esta trilogía se aplica para la caficultura y para la OIC.

5 centavos más por cada tinto

Como los ‘cinco centavitos de felicidad’ podría interpretarse la propuesta del profesor Jeffrey Sachs de incrementar en esa cantidad el precio de la taza de café a los consumidores en los países desarrollados.
En su intervención en el Foro Mundial de Productores de Café, Sachs dijo que ese incremento permitiría aumentar al doble el ingreso del productor, pues “una libra contiene 25 tazas en un punto de venta como Starbucks.
Si cada libra vale 1,25 dólares significa que cada taza cuesta 5 centavos de dólar. Mientras que en Manhattan (EE. UU.) el consumidor paga 1,85 dólares por tasa. Si se incrementan 5 centavos al consumidor no va a dejar de tomar café, pero al agricultor sí le representaría el doble, pues ahora la transferencia que recibe es solo de 20 centavos”.
Sachs considera que ese incremento no afectará para nada el consumo, pues se trata de que lo paguen los consumidores de los países ricos y que se transfiera casi que directamente a los productores del grano.

Si se incrementan 5 centavos al consumidor no va a dejar de tomar café, pero al agricultor sí le representaría el doble

El académico analizó qué pasaría si cada uno de los habitantes del planeta se tomara una taza diaria de café.
Calculó que se necesitarían no menos de 750 millones de sacos de café anuales en el mercado, es decir, multiplicar por cinco la producción cafetera actual.
Tras el planteamiento inicial que convocó el foro, la necesidad de que el mercado cafetero mundial sea más equitativo y mejore los ingresos de los productores, Sachs indicó que las ganancias reales de los productores han caído a la mitad en los últimos 40 años.
Al cuestionársele por el papel de Estados Unidos ante el cambio climático, Sachs califico al presidente Donald Trump de mentiroso crónico, “desde que amanece hasta que anochece”.

Café, ancla para que gente siga en el campo: Clinton

No menos de 20 millones de sacos produciría Colombia en el corto plazo, anunció el presidente Juan Manuel Santos durante el panel sobre ‘sostenibilidad económica y desarrollo rural para promover la estabilidad global y la democracia’, junto con el expresidente estadounidense Bill Clinton.
Por su parte, el expresidente Clinton indicó que “se necesita tener al café como ‘ancla’ para lograr una sociedad rural más estable y no presionar a las ciudades, sino, por el contrario, lograr que la gente se quede en el campo”.
Adicionalmente, reclamó de la industria cafetera mundial por la ayuda que deben brindar a los productores, con campañas para mejorar sus condiciones de ingreso y de vida; es decir, más infraestructura y conectividad.
Por último, Bill Clinton pidió diversificar las áreas de siembra y no hacer del café un monocultivo, pues hace falta que las familias rurales satisfagan sus necesidades de autoconsumo de alimentos.
Por su parte, Santos, resaltó la importancia de la sostenibilidad económica de los productores. “Nada de lo que se proponga tiene sentido si la caficultura no es una actividad rentable para todos los actores de la cadena, incluyendo –por supuesto– a los productores. Sin materia prima no hay cadena”, dijo.
Santos recordó que el mercado mundial del café se ha venido concentrando en un número menor de jugadores, tanto en la producción como en la comercialización, por lo que el negocio entero se ha vuelto más vulnerable.

Apelar a conciencia de consumidores

En su intervención durante las sesiones del foro, el presidente de Honduras, Juan Hernando Hernández, propuso un movimiento mundial para que los consumidores se enteren de cuánto del dinero que pagan por una taza de café efectivamente llega a los productores en los países que exportan el grano. Así, reclamó un trato justo para los productores del grano.
Al respecto, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Roberto Vélez, dijo que de los 200.000 millones de dólares que vale anualmente el mercado cafetero mundial, a los países productores solo les llega menos del 10 por ciento.
Al plantear su propuesta, el mandatario hondureño recordó la experiencia de las fábricas de ropa deportiva en Asia, que en algún momento mantuvo mano de obra en condiciones cercanas a la esclavitud.
Vale la pena señalar que Honduras es el quinto productor mundial de café, el primero de Centroamérica y se trata de una economía de pequeños productores de no más de 5 hectáreas, responsables del 90 por ciento de la producción de ese país.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, país que tiene 42.000 familias dependientes del café, pidió que los países apoyen a esos pequeños agricultores, que son mayoría en este sector, para garantizar la continuidad de esta
actividad económica.
ECONOMÍA
Diana Rincón
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