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Música y Libros

Medicina para la frustración

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Piénselo antes de abandonar sus raíces para buscar en otra parte lo que su ciudad le puede ofrecer.

La semana pasada dejó de cantar una de las voces más emblemáticas del rock colombiano. A Elkin Ramírez se lo llevó la muerte antes de tiempo, como pasan muchas de las cosas inexplicables en la vida.
Digo que se fue temprano porque hubiera podido seguir sembrando música en Colombia por largo rato, porque no renunció a su tierra para ir a buscar fortuna al extranjero; se quedó en su natal Medellín para construir muchas cosas que le hacían falta a nuestro medio musical.
Desde los años 80 y en un país musicalmente inmaduro, Ramírez empezó con la aventura de Kraken, un grupo paisa ante el que nadie pudo nunca reaccionar con indiferencia.
En esa época no era fácil tener una banda activa ni siquiera en Bogotá, y justamente por esa razón se difundió rapidito el trabajo de Kraken en medio de un panorama nacional escaso de rock.
Al estilo de los referentes vocales del rock mundial con su estética particular, Elkin se concentró en la tesitura alta de su registro, llegando a veces a notas tan agudas que, si bien le añadían emoción a la música, ponían en riesgo su afinación.
Su voz parecía tener a veces un efecto de distorsión incorporado, factor que la hacía única e imborrable, como ciertos sonidos que se aferran a la memoria sin que sepamos por qué.
Toda una tribu de fanáticos locales e internacionales consumió a rabiar sus canciones, un testimonio musical de una generación que encontró en Kraken una voz para expresar sentimientos acallados.
Ese patrimonio queda vivo en sus grabaciones, que sirven como medicina para la frustración de miles a los que esta música les brinda sentido de pertenencia.
Es muy diciente ver la cantidad de mensajes de apoyo enviados desde distintas partes del mundo por una legión de seguidores y colegas que se manifestaron durante su enfermedad.
El hecho de quedarse a jugar de local es quizás el mejor ejemplo que ofreció en vida y que constituye un legado para los que vienen: piénselo bien antes de abandonar sus raíces para buscar en otra parte lo que su ciudad le puede ofrecer.
Su canto seguirá sobresaliendo en el coro del rock nacional como ícono de esa época, y muy seguramente vendrán varios relanzamientos de sus trabajos para que los conozcan los que aún no saben de quién se trata.
ÓSCAR ACEVEDO
Músico y crítico musical
acevemus@yahoo.com
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