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Medellín

Estudio determinará si en Medellín hay minas antipersonales

El Daimac priorizó 52 municipios del país con más riesgo de estas trampas, para iniciar el desminado humanitario.

El Daimac priorizó 52 municipios del país con más riesgo de estas trampas, para iniciar el desminado humanitario.

Foto:Archivo EL TIEMPO

En la ciudad se registraron 72 eventos que dejaron 36 víctimas de minas y munición sin explotar.

Redacción El Tiempo
Si bien la mayoría de accidentes de minas antipersonales y municiones sin explotar ha sido en zonas rurales, apartadas de los cascos urbanos, Medellín es una de las capitales que está en la lista negra por estos artefactos.
La ciudad, junto a Santa Marta y Montería, fue priorizada por la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (Daicma) –que depende del Ministerio del Posconflicto– para hacer un análisis en las comunas y corregimientos con sospecha de estas trampas fatales.
Se trata de un estudio no técnico que se construye con información de la comunidad para confirmar si hay amenazas o, por el contrario, declarar a la capital antioqueña libre de ellas.
Las estadísticas oficiales muestran que entre 1991 y 2007, en Medellín se registraron 72 eventos de artefactos que dejaron 36 víctimas, 8 de ellas muertas.
De acuerdo con información del Daicma, en la zona rural se presentaron accidentes por minas antipersonales, mientras que en la urbana eventos con municiones sin explotar.
Sin embargo, en los últimos seis años no se han registrado casos, pero eso no representa que no haya trampas sembradas por lo que la entidad asignó a expertos tareas de verificación.
Carlos Arcila, subsecretario de Derechos Humanos de Medellín, confirmó que el Gobierno Nacional ya les notificó que la ciudad fue priorizada y que esperan instrucciones para iniciar la hoja de ruta.
Igualmente, el funcionario aseguró que aunque hay registro de víctimas, la ciudad no tiene un mapa de las zonas con riesgo, tampoco ningún estudio que focalice los sectores donde se registraron los accidentes.
El coordinador de la Campaña Colombiana contra Minas, Álvaro Jimenez, dijo que en 50 años de conflicto armado, la información es uno de los problemas más complejos.
Según explicó, en barrios de Medellín como Moravia y Belén (Altavista) hubo ataques de grupos armados con granadas, datos que pasaban como municiones sin explotar. Entonces, por estar en ese código quedaban registradas en la base de datos de la Acción Integral contra Minas, lo que para el experto es un error.
El investigador de la Universidad de Antioquia, Jorge Iván López, dijo que al parecer durante enfrentamientos entre guerrilleros y paramiliatres en Medellín se usaron artefactos pero no hay evidencias porque las víctimas que llegaban a los hospitales no eran caracterizadas.
“El sistema de salud no contaba con datos precisos para caracterizar el daño que se produjo y por qué se produjo. Pudo haber sido mina, granada o cualquier tipo de artefacto”, advirtió.

Faltan datos precisos

No solo Medellín carece de información de campos minados, de hecho todo el país donde hay pocas coordenadas de los sitios contaminados, porque muchos guerrilleros que sembraron esas trampas no recuerdan el punto exacto o murieron siendo víctimas de su propio invento.
Así lo aseguró López al explicar que a eso se le suma la manera artesanal como los grupos armados fabrican los artefactos de tal forma que tengan una vida útil hasta de 50 años, además, cada vez con menos metales, más plásticos y agroquímicos lo que hace difícil identificarlas con detectores de metales.
“Ni el país ni el mundo tienen mecanismos de detección e identificación certera para ese tipo de artefactos, nos toca con ciencia y tecnología propia encontrar la forma de hacerlo de manera más rápida, de otra forma nos demoraríamos muchas décadas”, advirtió.
Otra de las dificultades, es que las zonas de riesgo son trazadas por las estadísticas. El Gobierno no considera campos minados los sitios donde no se han reportado víctimas. “Eso no representa una certeza, puede que en algunas zonas aún no hayan explotado, hay casos donde la víctima fue abandonada o no se reportó”, dijo López.
Precisamente, la Campaña Colombiana contra Minas revela que en el país se han registrado accidentes, que han dejado heridos o muertos, en el 50 por ciento de los 1.096 municipios.
El Daimac priorizó 52 municipios con más riesgo de estas trampas, según las estadística. Antes de que termine este año verán llegar comisiones conformadas por militares y civiles para iniciar las labores de limpieza. En esa labor, el Gobierno invertirá 129 millones de dólares.
Entre 1990 y el 31 de agosto de 2016 en el país se registraron 11.458 víctimas de minas antipersonales y municiones sin explotar, de las cuales 2.524 son de Antioquia, el departamento con más casos del país.
En la lista de los municipios priorizados están San Luis, Briceño e Ituango. Este último, con 241 casos, es el que registra más víctimas. 

Proponen estrategias para acelerar desminado

Desde Medellín, un grupo de investigadores académicos propone alternativas de intervención para acelerar el desminado humanitario en el país.
El experto de la Universidad de Antioquia, Jorge Iván López, dijo que lo primero es diseñar un modelo de seguridad operacional porque en el país no hay uno estandarizado ni protocolizado que responda a la topografía, geografía y al tipo de artefactos que se siembran.
La segunda estrategia es la implementación a gran escala del uso de tecnologías de información, comunicaciones y servicios de salud, porque las zonas que están densamente sembradas han sido las más abandonadas.
La tercera, la creación de un centro de investigación y entrenamiento para desminado. “En el momento que abordemos el tema de la destrucción de esos campos, lo que no debe ocurrir es que haya más víctimas, producto del mismo desminado”, agregó.
Esas tres propuestas, añadió, están diseñadas para hacer esfuerzos conjuntos, empezando en Antioquia y con proyección a otras zonas del país.
DEICY JOHANA PAREJA
Redactora de EL TIEMPO
Medellín
Redacción El Tiempo
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