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Barranquilla

A museo, historia de vapor alemán hundido en Puerto Colombia

En el Foyer del auditorio del Colegio Alemán se pueden contemplar parte de la cubiertería del vapor alemán, entre otros objetos.

En el Foyer del auditorio del Colegio Alemán se pueden contemplar parte de la cubiertería del vapor alemán, entre otros objetos.

Foto:Carlos Capella/EL TIEMPO

Un siglo después, área donde permanece el Prinz August Wilhelm es Patrimonio Cultural sumergido.

Andrés Artuz
Así como Enrique Yidi, hace cuatro años, en coautoría con Álvaro Mendoza Arango, logró la publicación del libro De la gloria al olvido, que rememora cómo en la I Guerra Mundial el vapor Prinz August Wilhelm (PAW), de bandera alemana, fue hundido por su tripulación en Puerto Colombia (Atlántico) para que no cayera en manos enemigas, ahora también contribuyó a que fuera una realidad la inauguración de un museo que reúne unos 700 objetos rescatados dentro de la embarcación.
Y lo consiguió la semana pasada justo a tiempo, unos días antes de ayer cuando se cumplieron 100 años desde que ocurrió ese hecho que demuestra un sinnúmero de rasgos históricos como las relaciones comerciales que hace un siglo tenía Colombia con países como Alemania, y el resto del mundo.
Yidi explicó que en el Foyer del auditorio del Colegio Alemán se pueden contemplar parte de la cubiertería del vapor, así como varios objetos de porcelana, la cerámica de los interiores de los baños y de los pisos, elementos de cocina y hasta las monedas del imperio alemán que hacían partes de las pertenencias de la tripulación.
“Tenemos el único de los ocho baúles que contenían documentación y que logró salvarse y el inodoro del capitán, que fue sacado del fondo de mar, en su honor”, destacó Yidi.
Según lo reseña De la gloria al olvido, el PAW realizó su viaje inaugural el 26 de mayo de 1903. Se trataba de un vapor destinado al transporte de pasajeros, carga y correo, y su ruta habitual era Hamburgo-Nueva York-el Caribe.
La investigación de más de cinco años de Yidi y Mendoza establece que el vapor estuvo fondeado en la Bahía de Santa Marta hasta el 11 de noviembre de 1915. “Sin embargo, esa noche salió de ese puerto sin papeles de zarpe y sin previo aviso se refugió en el municipio atlanticese luego de ser perseguido por una nave británica. La noche del 22 de abril el capitán y los marineros alemanes cortaron los amarres del PAW y dejaron que la brisa lo retirara un poco del puerto para luego prenderle fuego y abandonarlo”, narra Adolfo Meisel Roca en el prólogo del libro.
El hundimiento del PAW refuerza el antecedente bicultural de la costa Caribe colombiana, dado que la tripulación decide navegar hasta Puerto Colombia tras conocerse que en Barranquilla existía una importante colonia alemana y que no era un territorio hostil en el conflicto que enfrentaba ese país europeo.
En la apertura del museo estuvieron expertos de la Armada Nacional como el Capitán de Navío Hermann León, director del CIOH, quien recomendó contiunuar con las labores de salvaguarda del área del hundimiento.

En la apertura del museo estuvieron expertos de la Armada Nacional como el Capitán de Navío Hermann León, director del CIOH, quien recomendó contiunuar con las labores de salvaguarda del área del hundimiento.

Foto:Carlos Capella/EL TIEMPO

José Manuel Espinosa, director del departamento de historia de la Universidad del Norte, anotó que el hecho ocurrido hace 100 años permite conocer de cerca un pasado vivido en un contexto económico, social y político bien concreto.
En un principio, hace casi una década, Yidi se sumergió al fondo del mar de Puerto Colombia interesado en analizar las especies de caracoles y moluscos econtrándose con que el interior del PAW había un ecosistema especial.
A lo largo de ese tiempo, tras percatarse de que el hecho fue el más relevante de Colombia durante la I Guerra Mundial, Yidi se ha dedicado a recopilar objetos del PAW que estaban en manos de habitantes del municipio, pescadores y comerciantes de metales preciosos que, sin saber bien la historia, se dedicaron a saquearlo.
Cumplidos los 100 años desde el hundimiento la ley colombiana establece que es suficiente
Andrés Artuz Fernández 
Redactor de EL TIEMPO
Barranquilla. 
Andrés Artuz
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