¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Bogotá

Ecos desde el Andino / Voy y vuelvo

Más de 300 personas dejaron sus mensajes de apoyo por escrito, con flores y otros con lágrimas en sus rostros.

Más de 300 personas dejaron sus mensajes de apoyo por escrito, con flores y otros con lágrimas en sus rostros.

Foto:Carlos Ortega / EL TIEMPO

¿Satisfechos? ¿Era esto lo que pretendían? ¿Saciaron su venganza?

“Si ha de haber conflictos, que sea mientras yo viva, que mi hijo pueda vivir en paz”.
La frase es de un intelectual liberal norteamericano, Thomas Paine. La pronunció cuando apenas se fundaban los Estados Unidos. Y cobra vigencia hoy, cuando se han decantado los estragos del ataque terrorista al centro Andino. Madres lloran a sus hijas caídas allí, en un baño público. Hijos lloran a sus madres heridas; esposos, a sus esposas; amigos, a sus amigas... Nadie quería el mal para estas mujeres. Nadie, excepto quienes perpetraron el crimen. Los mismos que fueron paridos por una mujer, que han de tener hermanas, madres, novias, compañeras; los mismos que no se preguntaron por el sufrimiento que vendría después. ¿Satisfechos? ¿Era esto lo que pretendían? ¿Saciaron su venganza? ¿Honraron al pueblo que dicen defender? ¿Hay valor en lo hecho? ¿Valen la pena las arengas que insisten en proclamar? No sé si los capturados por la Policía y de quienes la Fiscalía dice tener pruebas son o no los del atentado al Andino. Lo que sí es claro es que fue perpetrado por un extraño grupo que, en aras de un mejor país, ponen bombas en sedes oficiales, matan mujeres o las mutilan para decir que condenan las injusticias. Valiente consigna.
Pocos días antes de que las Farc entregaran sus armas para dejar la guerra y apostar por las urnas, este nuevo movimiento nos anuncia que no, que las armas siguen siendo el camino para la reivindicación social. No les bastan 52 años de guerra y miles de muertos desparramados por todo el país. No les bastan los millones de desplazados, ni los huérfanos ni las viudas. Siguen creyendo que es con petardos y con destrucción como se consiguen las cosas, y eso no va a pasar. Lo dice Antonio Navarro, y él sabe por qué. Ahora hay una oportunidad de enfrentarse en las urnas, con argumentos, venciendo al otro con propuestas, no con bombas en baños para mujeres ni con dictaduras como la de Venezuela. Ya no estamos en esos tiempos, muchachos. Si les queda algo de cordura, miren la historia reciente y no nos condenen a una nueva guerra. Merecemos, sus familias incluidas, un instante de paz verdadera. Ya el dolor que produjeron no tiene reversa. No hay admiración por ustedes.
ERNESTO CORTÉS FIERRO
Editor Jefe EL TIEMPO
erncor@eltiempo.com
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO