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Bogotá

Hay 32.660 sitios disponibles como baños: ¿sofisma o verdad?

Actualmente la ciudad capital cuenta con 113 baños para una población de 7 millones novecientos mil habitantes. Así las cosas, basados en las proyecciones del DANE sobre la población bogotana, hay un baño por cada 70.619 habitantes.

Actualmente la ciudad capital cuenta con 113 baños para una población de 7 millones novecientos mil habitantes. Así las cosas, basados en las proyecciones del DANE sobre la población bogotana, hay un baño por cada 70.619 habitantes.

Foto:Abel Cárdenas

Reproducir Video

Incidente de desacato obligaría a pagar al alcalde la multa de $23 millones, dice un concejal.

Frente al Concejo de Bogotá, una ventana que hace las veces de cafetería está a reventar. Hay movimiento: venta de empanadas con ají, bebidas calientes y frías, cigarros y, por el costado, una puerta estrecha que lleva al interior. Hay varias sillas, y funcionarios, conductores, escoltas, entre otros, piden galguerías. Un cliente se acerca. Compra agua, chicles y pide prestado el baño. Está fuera de servicio hace varios meses, dice una de las empleadas que despacha.
Al otro lado, pasando la calle, un concejal se alista a dar declaraciones a los medios. Va a cuestionar el boletín que entregó la Alcaldía en el que se afirma que “la ciudad cuenta con 32.660 puntos con baños de acceso al público”, según el estudio técnico que hizo la Secretaría Distrital de Planeación.
Es un estudio hecho desde un escritorio, no desde la realidad”, dice Jorge Torres, del partido Alianza Verde, al tiempo que señala que el ejemplo está ahí mismo, frente al Concejo. En sus manos tiene un fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca en el que se le ordena al juez 35 administrativo que identifique quién o quiénes son los responsables de no cumplir con la orden que se dio hace seis años de dotar a la ciudad de infraestructura de baños con batería sanitaria y lavamanos.
A partir de ese fallo, del 2011, se dieron seis meses de plazo. El tema está al rojo vivo porque el incidente de desacato va con una multa de 23 millones de pesos que deberá pagar quien diga el juez. Así interpreta el fallo el concejal Jorge Torres.
Este es solo uno de los vericuetos por donde transita uno de los temas más aburridos para cualquier mandatario en el mundo. A la luz de las cifras de Planeación Distrital, en Bogotá se calcula que hay un millón de personas que son potencialmente usuarias. Esto significa que hay un sanitario con inodoro y orinal disponible por cada 33 personas. La pregunta es, ¿están disponibles todos esos baños para el mortal que lo necesite?

De la zona T a Filadelfia

Para no ir muy lejos, la semana pasada, en inmediaciones de la zona T, un joven de 25 años insultó y agredió a dos policías que lo requerían por orinar en vía pública. El hombre amenazó a los uniformados con la frase que ya es de cajón: “Usted no sabe quién soy yo”. El video se volvió viral.
Pero si por aquí llueven problemas, en otras partes del mundo no escampan. Hace unos días, el director de la cadena Starbucks, Howard Schultz, anunció que se permitirá el uso de baños en cualquiera de sus establecimientos, así no sean clientes. La decisión se tomó luego del arresto de dos personas de raza afro que estaban a la espera de una reunión de trabajo en uno de los cafés de esa cadena en Filadelfia. A uno de los detenidos se le negó el servicio. El incidente fue grabado en video y se volvió viral.
Y es que no hay nada más tortuoso y angustioso que tener ganas de ir al baño y que no lo presten. O que no haya uno a la mano. Pero también es una realidad que hay sitios como el parque Santander, en el corazón de Bogotá; el puente de la carrera 30 con 19, zonas verdes aledañas al terminal de transporte, parques de barrio, los bordes de los humedales, la carrera 15 con 146, que son orinales a cielo abierto para algunos hombres, pero no todos. Veamos.

No todos orinan en la calle

Es mediodía y sobre el puente de la calle 116 con Autonorte, Wílber Tovar avanza en su automóvil hacia el occidente a una cita de trabajo, pero la ansiedad le provocó “unas terribles ganas de orinar”.
Cuenta que estacionó en una bahía, tomó varias monedas, se bajó de su carro y no le prestaron el baño. Se tuvo que aguantar. “Hasta que llegué a la estación de gasolina”, relata este huilense padre de un hijo de 7 años. Dice que por nada del mundo va a permitir que su hijo orine en un árbol, poste o una pared.
El equipo periodístico de EL TIEMPO y EL TIEMPO ZONA recorrió la ciudad. En cada sitio vivió una experiencia diferente. Cafeterías, restaurantes, licoreras, panaderías, terminales y baños públicos fueron visitados y cada uno maneja la tarifa y el ingreso a su antojo. Por los lados de la Caracas con 68, en el interior de la terminal de transporte, en la calle 12 con carrera 7.ª y en los baños ubicados de portales como El Tunal funcionan bien. La tarifa está entre los 500 y los 2.000 pesos con papel higiénico incluido.
Pero no en todos funcionan bien. A la hora de ingresar a un establecimiento comercial, es decir a los más de 32.000 que dice la Administración, la situación se complica, como sucedió con una reportera que después de hacer algunas compras en un supermercado de la calle 45, en Teusaquillo, solicitó el baño y le negaron el servicio. Después de mencionar el código de policía y de presentar la factura de compra, le prestaron el baño ‘exclusivo para empleados’.
Muchos se pegan del artículo 88 del Código Nacional de Policía, el cual establece que el servicio de baño en todos los establecimientos de comercio abiertos al público, como la cafetería frente al Concejo, es obligatorio para niños, mujeres en evidente estado de embarazo y adultos de la tercera edad, así no sean clientes. Sobre la tarifa, el mismo documento dice que el cobro será regulado por el ente territorial, pero de eso poco y nada se sabe.

El que se niegue a prestar el servicio se hará acreedor a una multa, como ya ha sucedido

El que se niegue a prestar el servicio se hará acreedor a una multa, como ya ha sucedido. Entre agosto pasado y mayo de este año se han impuesto 10 comparendos por negarse a prestar el baño, multa que equivale a 104.164 pesos, según la información de la Secretaria de Gobierno.
Lo cierto es que los establecimientos prefieren no prestar el baño a desconocidos por dos razones: seguridad y aseo. Ha pasado que se roban las tapas de los sanitarios, los tanques con cisterna, el lavamanos, y, “por si fuera poco, los dejan hechos un asco”.
Así lo afirma el propietario de algunas licoreras de la ciudad que prefiere no dar su nombre por razones de seguridad. Recordó que ellos prestaban el baño hasta el día en que les arrancaron el tanque de la cisterna. Se dieron cuenta del daño cuando el agua comenzó a filtrarse del segundo al primer piso. Y argumenta también que la tarifa de los establecimientos es comercial, que los baños los dejan extremadamente sucios, les roban el papel higiénico, las llaves de los lavamanos y, además, no quieren pagar por el servicio.
Cifras del concejal Torres señalan que en la ciudad hay 113 baños de carácter público, así: 11 en TransMilenio, 6 en Cade y SuperCade, 60 hacen parte de la infraestructura del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), 32 son administrados por el Instituto para la Economía Social (Ipes) y 4 están en manos del Instituto para la Protección de la Niñez (Idiprón).
Sobre el tema, EL TIEMPO consultó con el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa. “Se está trabajando en la estructuración de una alianza público privada (APP) para implementar baños en la ciudad”, dijo, pero cuestionó la falta de espacio público y de recursos para construir este tipo de infraestructura. “En ninguna parte del mundo hay baños públicos, y en el caso de Bogotá prácticamente no hay aceras ni espacios.
Entonces ¿dónde los vamos a poner, frente a la casa de quién? Además, el costo de un baño para que esté medianamente atendido es entre 6 y 7 millones de pesos mensuales, sin contar con el pago del agua, luz y demás. Aquí es muy fácil hablar, pero en la práctica es difícil implementar”, afirmó Peñalosa.
En localidades como Suba, por ejemplo, recuerda Torres, hay un baño público por cada 178.676 personas. En Bosa hay uno por cada 141.807. Pero hay casos más dramáticos, como en el centro, donde a diario pasan 1’700.000 personas y solo hay 19 baños públicos.
El debate sigue abierto. La norma existe, y la administración, las autoridades y los comerciantes deben cumplirla. Entre tanto, los ciudadanos, como lo dijo Luis Antonio Hernández Pinto, taxista de TeleCooper –el gremio más criticado por usar espacios públicos para hacer sus necesidades fisiológicas sin asomo de vergüenza–, “nos hace falta mucha cultura porque si llegan a poner baños públicos, no es extraño que se los roben o los destruyan, y quienes los necesitamos pagamos los platos rotos”. Y quizás tenga razón.

Testimonios de ciudadanos urgidos

Miriam García: Vendedora ambulante
Cuenta que, por lo general, ella tiene que aguantar todo el día antes de poder ir a un baño, entre otras razones por no poder abandonar su puesto de trabajo. Y que cuando necesita ir, pasa a la frutería que está cerca de su puesto y cancela los 500 pesos que le cobran por poder usar el servicio.
Mario Ulloa: Taxista
A eso de las 10 de la noche en la Cali con 76 toma tinto en una cigarrería y, ahí mismo, le prestan el servicio. Reconoce que de noche “no hay problema si uno se baja y orina al lado de un árbol, nadie lo ve. A veces, incluso, no es en un árbol sino parado al lado del carro, como junto a la llanta. Son cinco minutos”.
Jorge Moreno: Taxista
Un sitio tradicional donde prestan el baño es en chorizos El mono, calle 63, llegando a la avenida NQS. Pero cuando trabaja de madrugada, y no alcanza a llegar a algún restaurante donde le prestan el baño, acude a orinar en la calle, pues, según afirmó, sufre de los riñones.
Hugo Parra Gómez
Con reportería de EL TIEMPO ZONA
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