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Bogotá

Niños podrán 'recorrer' la Edad Media en Bogotá

El trabajo en familia, a la hora de hacer los rompecabezas, es importante.

El trabajo en familia, a la hora de hacer los rompecabezas, es importante.

Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO

En el Museo Nacional hay una sala en la que se juega a ser caballero, rey, guerrero y forajido.

“Seré un rey valiente para defender a mi mamá”, dice Juan José Moreno, vestido de monarca de la Edad Media, con capa y corona.
Luego de posar para la foto, se baja del trono para dar paso a otra familia: papá, mamá e hijo se ponen las ‘ropas reales’ de la utilería, incluido el cetro, y se hacen una selfi.
Igual se sientan solitarios, abuelos, nietos y jóvenes. El trono tiene su encanto y todos se merecen la foto con ropas reales.
Alrededor hay mucha bulla, muchos ¡ahhhh! de sorpresa, muchos niños corriendo y preguntando, y papás felices porque se han dejado captar por el juego.
Van y vienen por la sala didáctica de la exposición ‘Arte y naturaleza en la Edad Media’, del Museo Cluny de París, que actualmente se ve en el Museo Nacional, un espacio en el que esta época de la historia se vuelve un juego. Y siempre se gana, porque se sale de ahí sabiendo más de un aspecto sobre este periodo.
Es una experiencia similar a las vistas con las salas didácticas de las exposiciones de Egipto, los guerreros de terracota y Grecia.
En esta, hay una mesa de unos 8 metros de largo por 60 centímetros de ancho sobre la que se despliega una línea de tiempo: los siglos de la antigüedad (I al V) y luego lo que duró la Edad Media (del siglo V al XV), comparando lo que sucedía entonces en el mundo conocido de ese momento (Europa, África y Asia).
Muy al final, y escrito en letras negras, aparece la Edad Moderna –nuestro tiempo– y un cajón en el que hay tacos de madera que se juntan para determinar los años que tiene cada visitante, muy pocos comparados con lo que duró la Edad Media.
Yaneth Gutiérrez, monitora docente del Museo Nacional, dice que la mesa se inspiró en una de las piezas expuestas en la sala temporal donde están los 60 objetos que conforman ‘Arte y naturaleza en la Edad Media’.
La Sala Didáctica es un trabajo del equipo educativo y de arte del Museo Nacional. Abajo, familias vestidas como la realeza.

La Sala Didáctica es un trabajo del equipo educativo y de arte del Museo Nacional. Abajo, familias vestidas como la realeza.

Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO

Se trata de El libro de las horas, que era lo que hoy es, más o menos, el Almanaque Bristol: “Organizaban sus tiempos y actividades según los meses del año y las estaciones”, dice Gutiérrez.
Entonces, se aprende sobre los roles. Se puede sentir, por ejemplo, el peso de una armadura completa o de las partes que la componen por medio de palancas que se suben y bajan.
Allí están los pesos de la espalda, el yelmo, la cota de malla y el escudo. Y se entiende que la armadura completa pesaba más de 40 kilos que cargaba cada guerrero, “que además iba a caballo y debía estar pendiente de preservar su vida”, dice Gutiérrez, explicándoles a los niños cómo eran las guerras.
El acercamiento a este tiempo lejano incluye tocar las telas con las que estaban confeccionadas las ropas de los reyes, los nobles, el clero y los vasallos, para sentir las diferencias sociales y aprender que entre los oficios más importantes de la época estaban el de hilandera (para hacer tapices, por ejemplo), el de ebanista y el de vitralero.
Para conocer más de este último, los niños y sus papás arman un rompecabezas de colores, y allí se demoran porque es muy divertido. Además, se reciben manos que ayuden y grandes y chicos de distintas familias se unen.
Otra parada larga es en la mesa sobre la que están las tabletas digitales con los sonidos de los instrumentos que más se usaron en la Edad Media, como el violín y la flauta. Con los audífonos puestos, los visitantes se desconectan del entorno y oyen otra época.
La exposición tiene más rompecabezas para armar, entre ellos el de los arcos de las iglesias. Y en un castillo hecho de madera se aprende cómo era la vida allí y por dónde los campesinos ingresaban los alimentos o por qué puntos se ascendía a las torres, en un juego parecido al de escalera.
Al irse, y luego de más de una hora en la sala, los niños se llevan como tesoros los dibujos de letras capitales y la escritura de ‘fórmulas mágicas’ a las que llegaron luego de darles vuelta a unos redondeles y juntar las sílabas.
Al final, muchos quieren volver. Juan José Moreno, su mamá y su tía hacen fila de nuevo, para aprender jugando que en la Edad Media hubo mujeres importantes, como Christine de Pizán, italiana, filósofa y poeta; Beatriz de Die, francesa y música; Trotula de Ruggiero, médica italiana, y Juana de Arco, guerrera francesa.

¿Dónde y cuándo?

Hasta el 30 de julio. Martes a sábado, 10 a. m. a 6 p. m.
Domingo: 10 a. m. a 5 p. m.
Lunes: cerrado.
Museo Nacional. Carrera 7.ª n.° 28-66. Bogotá. Teléfono 3816470. Boletas: 2.000, 3.000 y 4.000 pesos. Gratis los domingos todo el día y los miércoles, de 4 a 6 p. m.
OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE
Coordinadora de Eskpe
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