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Bogotá

Los secretos que guarda la iglesia del Voto Nacional

Al fondo se puede observar la figura del Sagrado Corazón de Jesús que adorna el altar de la iglesia. Fue traído de España.

Al fondo se puede observar la figura del Sagrado Corazón de Jesús que adorna el altar de la iglesia. Fue traído de España.

Foto:Mauricio Moreno / EL TIEMPO

Esconde óleos y pinturas en el techo. En una cripta reposan restos de personajes ilustres.

Redacción El Tiempo
La basílica del Voto Nacional tiene más de 100 años de historia y ha sobrevivido a dos tormentosos vecinos que, por fortuna, hoy ya no están: el ‘Cartucho’ y el ‘Bronx’.
Su construcción empezó en 1902 durante la presidencia de José Manuel Marroquín y está situada en la carrera 15 entre las calles 10.ª y 11, frente al parque de Los Mártires.
“Esta iglesia es el producto de la consagración del país al Corazón de Jesús luego de terminar la guerra de los Mil Días y sellar la paz”, manifiesta Darío Echeverry, párroco de esta basílica desde hace 10 años.
Su altar, hecho en mármol, lo adorna una inmensa figura del Sagrado Corazón de Jesús que fue traída de España y a la que custodian varios ángeles. Es iluminada de manera natural por la luz que ingresa a través de los vitrales de la cúpula.
En el sótano hay una cripta donde reposan los restos de algunos próceres del país.
Varios fueron ejecutados en el hoy parque de Los Mártires. “Esta cripta la tengo clausurada porque hay aguas de depósito y podrían poner en peligro la estructura de la basílica menor”, asegura Echeverry.
El arte que esconde el monumento es destacable, como los óleos y las pinturas del techo, algunos hechos por Ricardo Acevedo Bernal, cuyos restos y los de su esposa reposan en esta iglesia.
“Las pinturas son de tal belleza que no tendrían nada que envidiarles a las de la Capilla Sixtina, aunque esa es más monumental y está restaurada, mientras que las del Voto Nacional están llenas de polvo que les deja un siglo sin la mejor atención”, revela el sacerdote.

Los feligreses

Los principales asistentes a las eucaristías son indígenas ecuatorianos que viven en el sector desde hace varios años.
“En la misa de los domingos, ellos tienen un acto de fe en el que celebran, animan, reflexionan y comparten. Se pueden reunir hasta 100 personas. Luego del acto litúrgico, ellos con sus propios medios hacen un ágape y comparten algo de comer a quien se acerque”, asegura el religioso.
Cuando se le pregunta por la misa de los días ordinarios en horas de la mañana, dice que va gente que trabaja en el sector y son entre 40 y 50 personas, la mayoría comerciantes y trabajadores.
Al mediodía es poca la asistencia porque la zona apenas se está recuperando de lo que fue el síndrome del ‘Bronx’, que en cierto momento llegó a ser tan preponderante que mucha gente bautizó a este sector así, olvidando que era el Voto Nacional”, agrega.
“Este es un lugar donde llega mucha gente, lo que me permite servir para lo que la iglesia me ha encargado, soy el secretario de Comisión de Conciliación Nacional”, asegura el párroco.
Entre los personajes ilustres que han recibido algún sacramento, el sacerdote recuerda a un embajador de España que decidió casarse en esta basílica.
“Él solo quería que los indígenas ecuatorianos cantaran en su reunión y pidió que yo oficiara la misa. Invitó a la gente de su entorno social al evento. Fue algo único”, rememora el cura.
De ese momento recuerda que los escoltas de los embajadores, muy preocupados, le decían que si no era peligroso que la gente del ‘Bronx’ se metiera a la iglesia... “Les respondí: yo me entiendo con mi gente y ellos nos van a respetar. Fue un evento muy bonito porque el embajador de España, en el sector más degradado y más deteriorado de la ciudad vino a recibir el sacramento del matrimonio”, asegura con felicidad.
A sus misas también asistía un embajador de Inglaterra, quien trataba de pasar desapercibido pero sus cerca de dos metros de estatura y sus escoltas lo ponían en evidencia.
Hoy, el padre pide a la ciudadanía que se acerque al templo porque es un lugar de historia y oración.

Su reparación estructural

Así como su entorno, este sagrado lugar se fue deteriorando con el paso de los años, a tal punto, que una fisura de casi 15 centímetros ha hecho que se incline un poco y esto afecta el funcionamiento del reloj.
Ya está listo el inicio del reforzamiento estructural de esta primera parte, que es la externa y va hasta el coro o primer arco de la iglesia (lo primero que se ve a la entrada)”, asegura el párroco Darío Echeverry.
La segunda parte de la restauración iría hasta la cúpula... “y la tercera sería la cúpula como tal, en donde está la imagen del Señor”, agrega el cura.
A estos arreglos que empezarán en los próximos días, a cargo del Instituto Distrital de Patrimonio Cultura (IDPC), se suman el cambio de techo realizado hace algunos meses y el reemplazo del cableado eléctrico, que era muy antiguo y delgado. Otro tema que ya fue superado es el empozamiento de agua en el sótano de la capilla.
JOHN CERÓN
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter @CeronBastidas
Escríbanos a johcer@eltiempo.com
Redacción El Tiempo
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