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Bogotá

Faltan más policías para aplicar el nuevo Código en Bogotá

El tema de riñas será uno de los delitos que más van a trabajar con el nuevo Código.

El tema de riñas será uno de los delitos que más van a trabajar con el nuevo Código.

Foto:Archivo / EL TIEMPO

Distrito le envió carta al Ministerio de Defensa para reclamar más uniformados.

Al indagar con varios concejales de Bogotá sobre la implementación del nuevo Código de Policía y qué tan preparada está la ciudad para asumir este reto, el común denominador entre los análisis es que la capital tiene menos agentes de los que necesita.
Daniel Palacios, del Centro Democrático, dijo que lo mejor es la actualización de estas normas, que tenían más de 40 años de antigüedad. “Lo malo es que eso requiere un pie de fuerza importante para aplicarlo, pero en Bogotá solo hay 6.300 policías en cuadrantes. En un turno solo hay unos 2.100 agentes para poner esos comparendos que dicta el Código. Si hoy no hay policías suficientes para atender las emergencias, cómo hace la Policía para aplicar esas sanciones. Hoy no existen ni las comparenderas y no hay claridad de cómo se va a realizar el recaudo de las multas ni cómo se van a invertir”, aseguró Palacios.
José David Castellanos Orjuela, de Cambio Radical, dijo que la Administración va a aumentar (a 100) los inspectores de Policía, y aun así, estos no son suficientes, por el número de querellas que van a llegar. “Los procedimientos nuevos a la hora de intervenir en contravenciones no son claros. Muchos policías no tienen claro cómo se hace”.
En la falta de policías también coincide el cabildante Jorge Torres (Alianza Verde): “La Administración no tiene el recurso humano, necesita más policías. Así como estamos –el Código de Policía– va a ser un saludo a la bandera sin aplicación”.
Por su parte, Juan Carlos Flórez, de la Alianza Social Independiente, se enfocó en los factores culturales que se viven en la calle, más allá de la fuerza policial y disuasiva de las sanciones. “Por más multas que se impongan, eso por sí solo no va a cambiar la actitud de la gente. El mensaje para la Administración es que trabaje en recuperar el civismo”.

Reclamo

La situación que alegan los concejales se valida al contrastar las cantidades de unidades policiales por cada 100.000 habitantes de 16 capitales departamentales con el caso de Bogotá. Bucaramanga (686), Tunja (620) y Popayán (569), las que más tienen en esa escala, duplican y casi que triplican a la capital colombiana, que suma apenas 238 uniformados por cada 100.000 ciudadanos, y se ubica en el puesto 17 entre las capitales colombianas.
Por lo anterior, el alcalde Enrique Peñalosa le envió al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, una misiva en la que le solicitaba una reunión para discutir el asunto y tratar de conseguir un incremento de personal para atender las 20 localidades bogotanas.
“El significativo déficit no solo se ve en quejas continuas de los ciudadanos sobre la ausencia de policías que hacen parte del modelo de vigilancia por cuadrantes, sino en limitaciones permanentes ante eventos de aglomeración masiva y protesta social”, remarcó Peñalosa en la carta.
A lo anterior, el mandatario agregó que aparte de esos agentes vigilantes, también es manifiesta la carencia de oficiales y suboficiales en especialidades como Sijín, Sipol y Gaula, encargadas y preparadas para adelantar inteligencia, investigación y capturas contra las diferentes manifestaciones de criminalidad urbana, mucho más en este 2017, en el que se iniciará el posconflicto. Al respecto, se espera que el Gobierno Nacional entregue una respuesta esta semana y se llegue a un consenso para atender la problemática.

Inspectores, a resolver conflictos

Una de las reservas de los analistas en cuanto a la aplicación del Código de Policía es que con el nombramiento de nuevos inspectores, esto pueda incrementar la burocracia y los favores políticos. Sin embargo, el secretario de Gobierno, Miguel Uribe, señala que serán funcionarios de planta, lo que garantizará un trabajo sin presiones.
“Su vinculación se hará de acuerdo con la ley y la reglamentación de carrera administrativa. En caso de quedar vacantes, se realizará un proceso meritocrático para vincular personal calificado que cumpla las competencias básicas, tal como lo establece la ley. Los controlará la Secretaría de Gobierno”, precisó.
Sobre el trabajo de estos inspectores, el secretario dijo que cumplen la función de la resolución de conflictos de convivencia en procesos conocidos como querellas civiles de Policía (perturbación a la posesión, mera tenencia, amparo al domicilio) y procesos contravencionales respecto a la protección animal o tenencia de caninos potencialmente peligrosos, manejo de residuos sólidos y amenazas de ruina, entre otros.
Agregó que las sanciones impuestas por la Policía uniformada podrán ser apeladas ante los inspectores, y las medidas adoptadas por estos podrán ser apeladas ante autoridades especiales distritales.
José Martín Cadena, inspector de Policía de Teusaquillo, aseguró que ya se están implementando tecnologías que estén directamente alineadas con las que tiene la Policía, para que al momento de poner la sanción esta sea conocida inmediatamente en las inspecciones, a fin de poder resolver rápido los problemas que se registren luego de entrar en vigor el nuevo Código de Policía.
“El reto es grande porque se van a venir cientos de casos nuevos que los inspectores van a conocer en segunda instancia. Esperamos que lleguen en promedio, al día, entre 100 y 120 casos por inspector”. Cadena señaló que se espera, en un término de 20 días, poder resolver los casos de las construcciones sin licencia o las que están en contra de la licencia o no la tienen vigente. Otro es el tema de riñas y protección de los parques públicos, lo que el nuevo documento simplifica y vuelve más ágil, para una mejor convivencia.

Alcaldías locales deben socializar la nueva norma

Con el fortalecimiento del personal de planta, los alcaldes locales se están preparando para hacer cumplir el nuevo Código de Policía. Esto ha implicado que también se estén adecuando sus sedes, ya que allí trasladarán a las personas que deban tomar cursos pedagógicos por infringir el código. Sin embargo, el Distrito en lo que más trabaja es en fortalecer las inspecciones de Policía, ya que la nueva normativa prevé que estas sean “sus grandes operadores”.
La meta de la Secretaría de Gobierno es que la ciudad cuente con 100 inspectores de policía al finalizar el primer semestre del 2017. “La ciudad pasó de tener 45 inspectores a 63 durante la actual administración”, indicaron en la Secretaría. Aunque en el próximo semestre las sanciones serán pedagógicas, el secretario de Gobierno, Miguel Uribe, aclaró que sí se podrán sellar establecimientos y suspender las actividades que allí se realicen. Una vez entren en vigor las multas, se garantizará su pago con otras sanciones.
“Para quienes reinciden, se aumentará el monto del pago. Si no cancelan, no podrán ser contratados como funcionarios del Estado, y tendrán dificultades para adelantar trámites como sacar el pasaporte”, indicó Uribe.
El Concejo de Bogotá creó una Comisión Accidental, conformada por cinco cabildantes, que tiene 180 días para adecuar y reglamentar el nuevo código de acuerdo con las necesidades por localidad. Algunas alcaldías han realizado actividades de manera autónoma para socializar las nuevas normas.

Multas ayudan a disuadir

El secretario de Gobierno, Miguel Uribe, habló sobre el énfasis que pondrán al aplicar el Código de Policía.
¿Cuál será el enfoque?
Existe un especial interés por seis grandes temas: riñas, colados en TransMilenio, basuras, grafitis vandálicos, exceso de ruido y contaminación visual. Estas actitudes han afectado gravemente la calidad de vida de Bogotá.
¿Cómo los atacarán?
El Código de Policía permite imponer multas a quienes inicien confrontaciones violentas, poniendo en riesgo su integridad y la de otros ciudadanos, e incluso a quienes amenacen con causar daño físico. Y además de ser multados, se les podrá imponer medidas como participar en un programa comunitario o actividad pedagógica. La Policía será un importante mediador en las riñas.
BOGOTÁ
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