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Bogotá

Biciusuarios, de cultura ciudadana más bien poco

En el bicicarril de la carrera 11, entre calles 100 y 82, se observan bicimensajeros sin casco y escribiendo por su celular mientras conducen.

En el bicicarril de la carrera 11, entre calles 100 y 82, se observan bicimensajeros sin casco y escribiendo por su celular mientras conducen.

Foto:Abel Cárdenas / EL TIEMPO

La Secretaría de Movilidad dice que en el 2017 ha puesto más de 6.000 comparendos a ciclistas.

Juan Carlos Rojas
Si hay un dato positivo para Bogotá, en términos de movilidad y medioambiente, es que el 9 por ciento de sus habitantes se mueve en bicicleta, más de los que lo hacen en moto (8 por ciento) y taxi (4 por ciento), según datos de la encuesta de percepción ciudadana realizada este año por el programa ‘Bogotá, Cómo Vamos’.
Sin embargo, el creciente número de ciclistas urbanos –que entre el año pasado y este aumentó en 80.000– va acompañado de mayor accidentalidad y una notable falta de cultura ciudadana. Esto lo prueban los 6.706 comparendos impuestos, hasta el 6 de noviembre de este año, a biciusuarios por la Policía de Tránsito, según la Secretaría de Movilidad.
De hecho, para cualquier vecino de una ciclorruta o un bicicarril, como el de la carrera 11 entre calles 82 y 100, por donde pedalean más de 1.500 personas al día y a velocidades que van entre los 11 y 13 kilómetros por hora (datos de Movilidad) es ‘pan de cada día’ ver a un ciclista cometiendo todo tipo de infracciones.
Entre las más populares: pasarse en rojo alguno de los 15 semáforos que tiene esta vía, ocupar sus cruces y andenes y, la más usual, no llevar elementos de protección. No falta mencionar que todas son objeto de comparendo, según en el Código Nacional de Tránsito.
“No entendemos por qué usan el andén, cuando tienen un bicicarril para ellos solos. Por aquí caminan niños y viejos, y gracias a la imprudencia de algunos ciclistas ya se han visto tragedias”, dice Carlos Ossa, miembro de Corpochicó, una de las asociaciones de vecinos de la carrera 11.
Es más, son tantas las denuncias de este tipo, y en otras vías con carriles exclusivos para bicis, como la carrera 19 y la calle 80, que el mal comportamiento de los ciclistas se ha convertido en un tema de “ellos exigen cultura ciudadana a los carros, pero no la cumplen”.

Ellos exigen cultura ciudadana a los carros, pero no la cumplen

Y aunque Movilidad a diario realiza operativos de control a los biciusuarios (en la carrera 11 con calle 100 ha hecho más de 600 este año), todavía no logra reducir su accidentalidad. Todo lo contrario, va en aumento: de 802 siniestros en los que figuraban ciclas en el 2016, se pasó a un total de 1.374 este año, de acuerdo con el Distrito y Medicina Legal.
Pero, para Andrés Acuña, abogado y miembro de ConcienBiciate, un colectivo de ciclistas, ni los comparendos ni las cifras –por más preocupantes que sean– son la manera adecuada para impulsar un uso responsable de la bicicleta en toda Bogotá. “Que los ciclistas no respeten las normas de tránsito no es exclusivo de ellos, sino de todos los ciudadanos, incluyendo peatones y carros. Lo que pasa es que nadie cree en la institucionalidad; hay muchas normas y nadie las cumple, ya sea porque las ven absurdas o porque las autoridades las desconocen y no las aplican”, explica Acuña.

Que los ciclistas no respeten las normas de tránsito no es exclusivo de ellos, sino de todos los ciudadanos, incluyendo peatones y carros. Lo que pasa es que nadie cree en la institucionalidad

Y menciona el ejemplo del uso del casco: según la Resolución 160 del 2017 del Ministerio de Transporte, su porte solo es obligatorio en eventos deportivos y para menores de edad. “Lo cierto es que muy pocos ciclistas lo usan, ya sea porque un buen casco supera los $ 80.000 y es un gasto complicado, o porque pocas veces se les ha explicado que este elemento los puede proteger de cualquier tipo de golpe. A la final, sale más sencillo educar a la gente para que se sienta ‘empelota’ sin casco, que volverlo un tema de comparendos. Hay que apuntarle a más pedagogía”, explica Acuña.
En cuanto a los ciclistas que se pasan semáforos en rojo, el abogado reconoce que esta infracción se ha vuelto frecuente, sobre todo, en quienes trabajan con aplicaciones de celular para pedir domicilios (bicimensajería).
“Andan a contrarreloj, y el problema es que muchos de los que pedalean se dejan contagiar por esta actitud, y las empresas no les llaman la atención. Además, cuando capacitamos a los ciclistas en seguridad vial, lo hacemos por separado, sin conductores de carros y peatones. La solución es unificar una sola cultura en la vía”, precisa Acuña.
Por otra parte, Fabián Munar, activista de la bicicleta en Bogotá, se refirió a otra práctica de los ciclistas que causa polémica: usar el carril vehicular, cuando no se tiene una ciclorruta o bicicarril cerca.
“La Ley 1811 de octubre del 2016 no solo estimula el uso de la bici en todo el país, sino que permite a los usuarios de este medio de transporte actuar como cualquier otro vehículo en las avenidas y calles, cuando lo ven necesario. Pero, ojo, esta es una gran responsabilidad. Si vas a utilizar todo un carril, tienes que aprender a señalizar tus giros y tus paradas como un carro y, por encima de todo, entender que la bicicleta no es un simple juguete para hacer trucos, sino un medio de transporte”, dice Munar.
Con todo esto, tanto Acuña como Munar apuntan a que la reducción de la accidentalidad y una mejoría de la cultura de los biciusuarios depende tanto de programas de educación, como de cambios sustanciales en los más de 470 kilómetros de carriles exclusivos para ciclas en Bogotá.
“Todos los que usan la vía tienen derechos y deberes. Para los ciclistas no hay excepción. Pero no le puedes pedir a un pelao que va de Chapinero a Usme en bici que no use la 30 y autopista, y se meta por la ciclorruta, si no le brindas iluminación y seguridad. Así es muy complicado mejorar este panorama”, sostiene Acuña.
PABLO ARCINIEGAS
Redacción EL TIEMPO ZONA
Juan Carlos Rojas
icono el tiempo

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