¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Bogotá

Entrevista a Rita, la escultura del parque Nacional

El monumento se encuentra en la carrera séptima con calle 39, donde ha sido maltratado y dañado por gente poco cívica

El monumento se encuentra en la carrera séptima con calle 39, donde ha sido maltratado y dañado por gente poco cívica

Foto:Cortesía IDRD

Inaugurada en el año 2000, esta obra de arte es un referente cultural de Bogotá. 

Felipe Motoa
En el parque Nacional, sobre la carrera séptima con calle 39, se alza una mujer de metal. Sus manos, en posición de jarra, le otorgan altivez. Se llama Rita 5:30 p. m. y fue creada por el maestro Enrique Grau. Se trata un monumento bogotano.
Pero ella está enferma, le pasan los años y clama por ayuda. EL TIEMPO consultó al Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) y al director de este, Mauricio Uribe; a los ciudadanos que viven su día a día cerca de ella y a otras personas interesadas en su futuro. Así armamos una entrevista para tratar de entender lo que esta obra nos diría si tuviera la facultad de hablarnos, pues sí nos dice mucho con su presencia.

Entrevista:

Rita, ¿quién es usted?
Soy una escultura fabricada en láminas de acero, mido cinco metros de alto. Mi padre-creador fue el maestro Enrique Grau, quien se inspiró en una serie de cuadros que pintó en la década de 1980. Mi oficio es el de prostituta, y lo llevo con dignidad. Soy la única escultura de Grau en el espacio público de la capital colombiana.
Mi aspecto original es minimalista, con dos placas que se cruzan y dan una sensación tridimensional. Me instalaron aquí en el 2000, por idea del alcalde de ese tiempo, Enrique Peñalosa.

Mi oficio es el de prostituta, y lo llevo con dignidad. Soy la única escultura de Grau en el espacio público de la capital colombiana

Háblenos de su ropa...
Mi pinta original era de sombrero azul, corsé rosado y zapatos de tacón alto. Mi piel es de color gris oscuro.
Pero su piel ahora se ve tatuada, llena de rayones...
No son tatuajes, son grafitis horrendos, de mal gusto y que yo no pedí que me hicieran; me tapan la piel. Vándalos me han lastimado y afeado durante 18 años. Tengo firmas e inscripciones sin sentido, de muchos colores, además de calcomanías y el óxido que me está afectando, sobre todo en los tacones.
¿Y por qué le han hecho todos esos males?
La verdad, creo que es falta de cultura ciudadana. Por aquí viene mucha gente y se toma fotos conmigo porque les parezco simpática, pues soy una mujer sexi. Pero a veces aparecen esos señores que creen que soy cualquier cosa sin importancia y me dañan, me violentan.
¿Hay algo más que quiera denunciar?
La verdad, sí. A veces, esto es incómodo para mí... hay hombres que orinan sobre mis piernas, como si yo fuera un baño. Eso me ha pasado algunas veces, sobre todo los fines de semana y en las noches.
¿Sabe que la van intervenir en pocos días, para restaurarla?
Me enteré de que el IDPC arrancará una intervención sobre mi figura el 18 de mayo. Me van a limpiar, pintar y dejar como nueva: invertirán $ 27 millones. Si no me encuentran algo extraordinariamente malo, estaría lista el 18 de junio próximo; eso me da alegría.
Además, no es la única de su tipo que tendrá atención...
Es verdad, a la escultura de Américo Vespucio, en la calle 97 con carrera séptima, la intervinieron a principios de año y la dejaron recuperada. Mi ciudad, Bogotá, es una capital de monumentos, pero estamos en mal estado y olvidados. Somos un patrimonio cultural de todos los habitantes, por eso no solo la Administración debe cuidarnos sino también los ciudadanos.
A propósito, ¿sabía que la quieren entregar en adopción?
Sé algo de eso. Están buscando que alguna entidad me adopte, para que se convierta en doliente de mi bienestar y cuidado, que me haga acompañamiento junto al Distrito. Han hablado con la Universidad Javeriana y parece que esa institución podría ser quien me acoja; me encantaría, pero aún hay que definir detalles con los directivos.
Ahora, es importante aclarar: no es que solo el que me adopte me va a mantener, sino que la Administración sigue responsable, a la vez que ese acudiente me acompaña. Lo mismo van a hacer con otros 40 monumentos de gran formato. Y en total somos 350 los que vamos a recibir mantenimiento.
Felipe Motoa Franco
En twitter: @felipemotoa
Bogotá
Felipe Motoa
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO