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Bogotá

Tras 20 años en la calle, Brenda quiere conocer a sus siete hijos

Gladys Torres, jefe de enfermería; Brenda Useche; Carlos Awad, médico especialista.

Gladys Torres, jefe de enfermería; Brenda Useche; Carlos Awad, médico especialista.

Foto:N. Patarroyo

A esta mujer, venida de Villavicencio, las sustancias alucinógenas y el centro la consumieron.

En uno de los jardines del Hospital Santa Clara, ese que fue inaugurado por el expresidente Eduardo Santos en 1942 como sanatorio para tuberculosos, Brenda Useche se toma la primera selfi de su vida.
Sujeta el celular, sonríe, obtura, observa la foto y piensa en voz alta: “¿Qué he hecho en todo este tiempo?”.
Se da cuenta de que es escuchada y continúa, con cierta pena. “Cuando uno vive en las calles durante más de 20 años, le regalan un teléfono de estos y uno ni siquiera sabe cómo guardar un contacto”.
Una nueva pausa, un suspiro y otra confesión. “Mirarse al espejo, con la cara limpia, después de tanto tiempo también es difícil. Yo era muy bonita. Y ahorita...”.
Lleva casi cinco meses recuperándose de una tuberculosis, sin consumir ninguna sustancia psicoactiva, con la convicción de que la vida le dio una segunda oportunidad y con el anhelo de conocer a sus siete hijos.
Sí, conocer. Brenda dice que no los conoce. Al mayor, Ángelo, de 22 años, lo vio por última vez, ‘de lejitos’, cuando tenía 13. Del hermano de Ángelo, Camilo, no recuerda ni la edad.
“El papá se los llevó y pocos recuerdos tengo de ellos. En ese entonces, estaba muy mal, llevada del vicio, de la droga”.
Comenta que otro de sus hijos se lo robó la niñera cuando ella vivía en el centro de Bogotá. Se lo llevó para Ibagué. Brenda dice que está bien, que la niñera obró bien, pero que lo quiere abrazar, besar, conocer.
“Alice, así se llama mi niña. Su nombre es por un personaje de Crepúsculo. Con ella viví cuatro años, hoy ya debe tener ocho. Está en Cali, se la llevó la familia del papá, porque él, al igual que yo, es de mundo”.
De sus otros tres hijos sabe casi lo mismo. Que se los llevaron las familias de sus excompañeros porque ella, sumida en las calles y en un ambiente hostil, era incapaz de cuidarlos.
“Yo entiendo a los papás de mis hijos y a sus familias. Pero estoy cambiando y lo único que quiero es ver a mis siete hijos y pedirles perdón”.
Sabe que no es fácil dejar 20 años de mundo atrás, pero tiene toda la voluntad de hacerlo. En especial porque en el médico Carlos Awad, la jefe de enfermeras Gladys Torres y todo el personal del hospital Santa Clara, de la Subred de Salud Centro Oriente, ha encontrado el apoyo necesario.
“Llegó en octubre, directo a la sala de reanimación. En el proceso de recuperación de la tuberculosis pidió que se la ayudara también a cambiar de camino. Confiamos en que no va a recaer, mucho más cuando vea a su familia”, dice Awad.
“¿Sabe qué siento? Que me quiero más como persona, que quiero valorar a los demás. Quiero que mis hijos y mi mamá, a quien vi por última vez a los cuatro años en un ataúd, se sientan orgullosos de mí”.
Brenda reconoce que el rumbo de su vida se debe, en parte, a las malas decisiones que tomó. Aunque también se debe a tres hombres que abusaron de ella cuando tenía 15 años.
“Llegue al centro a buscar a una hermana sin saber cómo era esa zona. Era huérfana y me había cansado de vivir con mi tía y su esposo. Al preguntar por mi hermana, ingenua, le creí a tres hombres que abusaron de mí”.
Su hermana, a la que buscaba, se enteró de que Brenda estaba preguntando por ella. La halló tres días después, casi inconsciente, en una habitación de la calle 19; luego, la llevaron a un hospital.
“Cuando me recuperé me fui a vivir con mi hermana, en el centro, a ayudar a robar o vender sustancias indebidas. Solo probé la marihuana tres años después y ahí me quedé”, dice.
Ahora, acepta que fue víctima de los hombres, de las circunstancias, pero que ella pudo elegir enderezar su camino. Quiere que las mujeres vean en ella un ejemplo, porque está segura de que con la ayuda del de arriba y de sus familiares las drogas serán solo parte de su pasado.
CARLOS ANDRÉS CUEVAS C.
Redacción EL TIEMPO ZONA
En Twitter: @carlos_andresc9
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